A la espera de que nos dejen conocer la letra pequeña de las condiciones con lo que, sospecho, se les caerá la venda de los ojos a muchos de los incondicionales de este gobierno.
El Principado reclama que el rescate no se traduzca en nuevos ajustes
Foro solicita la comparecencia urgente de Rajoy en el Congreso y Llamazares habla de una «intervención en toda regla que traerá recortes de todo tipo»
11.06.12 - A. SUÁREZ | OVIEDO, en El Comercio.
Sea un rescate, una intervención o una recapitalización, lo cierto es que el mecanismo para inyectar 100.000 millones de euros en la banca española pactado el pasado sábado no ha despertado demasiado entusiasmo entre la clase política asturiana. Más bien al contrario. Con una mezcla de cautela y escepticismo, el Gobierno regional lanzó un mensaje de respaldo al Ejecutivo central «en todo lo que suponga aportar confianza y solvencia» para reactivar la economía, pero trazó una línea roja: que este aval a las entidades financieras no suponga más ajustes para los ciudadanos. Más beligerantes se mostraron el diputado de IU Gaspar Llamazares, que habló de una «intervención en toda regla» que traerá «recortes de todo tipo», y el parlamentario de Foro Enrique Álvarez Sostres, que anunció una petición de comparecencia urgente en el Congreso de Mariano Rajoy.
«Un rescate del tipo que sea o con el nombre que le queramos poner no es una buena noticia», opinó el portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, que no quiso ’mojarse’ en exceso en espera de la evolución de los acontecimientos. Martínez, eso sí, suscribió el mensaje que el PSOE ha convertido en eje de su discurso desde que trascendió que España solicitaría ayuda financiera a sus socios europeos ante el ’agujero’ bancario detectado: que no paguen justos por pecadores. O, en palabras del también consejero de Presidencia, «que este aval a las entidades financieras no suponga un ajuste para las personas que más están pagando la crisis económica».
El diputado de IU Gaspar Llamazares salió a escena con un mensaje mucho más combativo. Zanjó de antemano el debate terminológico -«es una intervención y no un crédito blando»- y no se creyó el argumento del ministro de Economía, Luis de Guindos, de que no habrá contrapartidas en forma de más ajustes y sacrificios. Esos 100.000 millones, adujo, «se dan a cambio de recortes sociales que supondrán un retroceso en los derechos de los ciudadanos y los trabajadores».
Llamazares acusó directamente a De Guindos de mentir. «Todos sabemos que no se dan euros a 40 céntimos», argumentó, tildando de «indecente» que se destine una cantidad multimillonaria al sector financiero y se escamotee una cifra muy inferior a la minería que, dijo, aseguraría su supervivencia. «La política del Partido Popular es dar dinero a espuertas a los bancos a cambio de nada y negar el empleo imprescindible a trabajadores y mineros», lamentó.
«Fraude»
Entiende el diputado de IU por Asturias que la decisión del sábado «merma nuestra soberanía en materia financiera» y, en términos estrictamente políticos, constituye un «fraude» en la medida en que no aparecía recogida en el programa electoral del PP y Rajoy, opina, no estaría legitimado para tomarla. Es por ello que pidió la convocatoria de un referéndum en busca de la opinión de los ciudadanos.
Criticó Llamazares que «esta afrenta a la soberanía de España se haya realizado por videoconferencia» y habló de una «burla» a la representación democrática de los ciudadanos y a los compromisos electorales. «Es una gran mentira, no se trata de un crédito blando y conllevará duras condiciones que repercutirán en la deuda y el déficit», zanjó, convencido de que detrás de esta operación no está el interés en salvaguardar el futuro de España sino «los 800.000 millones de fondos de capital riesgo provenientes de EE UU y países asiáticos que hay en la banca española».
Tampoco ha gustado este movimiento en el seno de Foro. Ni el contenido de la operación ni las formas, postergando hasta la mañana de ayer la comparecencia de Rajoy y descargando el anuncio en De Guindos. «Es un escándalo que el presidente no haya dado la cara en sede parlamentaria», remarcó el diputado Enrique Álvarez Sostres, que avanzó una solicitud de comparecencia urgente de Rajoy por parte de su grupo.
«Rajoy saca al tándem De Guindos-Montoro a dar la cara ante la ciudadanía mientras él se ocupa de problemas más importantes como ir a Polonia a ver a la selección», afirmó Sostres con marcada ironía. El anuncio de un «rescate», como definió lo pactado en el seno del Eurogrupo, «merece la comparecencia del presidente del Gobierno y no la de un ministro».
Tampoco convence a Foro el fondo del asunto. Cree Sostres que el Gobierno «engaña y confunde» a los ciudadanos, y asegura que el saneamiento y la recapitalización del sector bancario «afecta a todos los sectores económicos y sociales del país». Y, en esta línea, pide que se aclare qué entidades van a recibir el dinero y se explique por qué «si todo son ventajas no se hizo esta ayuda-rescate antes».
La única voz favorable fue la del alcalde de Oviedo, el popular Agustín Iglesias Caunedo, que, en todo caso, tampoco quiso entrar en grandes detalles. Se limitó a destacar que esa inyección millonaria será «buena para todos» y supondrá «un paso más en favor de Europa».
Cree Caunedo que la medida se justifica en la necesidad de que las familias y las empresas puedan acceder al crédito como primer paso para generar actividad, inversión y empleo. Su opinión es «coincidente» con la mostrada por De Guindos a este respecto. Eso sí, el regidor popular espera que de este proceso salgan entidades financieras «más prudentes» que se dediquen «a lo que tienen que dedicarse», que es «prestar dinero a la inversión».
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