La Consejería estudia alguna fórmula más sostenible para la prestación farmacéutica porque es un tema no resuelto satisfactoriamente
Los inmigrantes irregulares tendrán un código que les permitirá ser atendidos
De esta forma podrán estar registrados en el sistema, quedar adscritos a un enfermero en su centro de salud y recibir asistencia como hasta ahora
EFE
Los inmigrantes irregulares residentes en Asturias pueden contar con un código de identificación asignado a cada uno al no tener tarjeta sanitaria, para que puedan estar registrados en el sistema, quedar adscritos a un enfermero en su centro de salud y recibir asistencia como hasta ahora.
Así lo ha explicado el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, tras una reunión en la Consejería con colectivos sociales para tratar sobre la atención a los inmigrantes irregulares que, según leyes estatales "de dudosa constitucionalidad", con la entrada del mes les dejarían fuera de la cobertura sanitaria pública.
Los inmigrantes sin tarjeta sanitaria tienen que acudir a su centro de salud y solicitar su inscripción en el Sistema de Información de Población y Recursos Sanitarios (Sipres), en el que está el resto de los residentes en la comunidad autónoma.
Respecto a la prestación farmacéutica, dado que no puede ser utilizada la vía ordinaria, Blanco ha explicado que se hará mediante el papel blanco normalizado conocido como "receta blanca", que ya se usa para los tratamientos de algunos pacientes que no están cubiertos.
Esto mientras la Consejería estudia alguna fórmula más sostenible, porque, ha reconocido Blanco, "la prestación farmacéutica es un tema no resuelto satisfactoriamente".
Confía el consejero en que, de momento, las ONG sigan ayudando para que los inmigrantes irregulares no se queden fuera de la prestación farmacéutica.
Patricio Suárez, representante de Médicos del Mundo, ha indicado que la Consejería se ha comprometido a tener una fórmula alternativa en un mes o poco más de lapso.
Suárez ha señalado que las ONG creen que no deben ser las que carguen con la atención a quienes se quedan fuera del sistema, como hacían antes de 2000 cuando la sanidad no era universal.
Así, Suárez ha lamentado que el real decreto ley que lleva a los inmigrantes irregulares a quedar fuera del sistema supone un ataque a la universalidad de la atención sanitaria que abre el camino para cambiar el modelo a uno asistencial y puede afectar luego a otros colectivos.
Blanco ha recordado que no debe confundirse la atención a inmigrantes irregulares con el turismo sanitario, por su menor incidencia.
Ha señalado que el 87 % de ellos son menores de 45 años y sólo el 1,8 % mayores de 65 años y que es un segmento de población joven, sin enfermedades y que apenas supone un gasto de 1,6 millones de euros anuales en Asturias.
Blanco desconfía de la constitucionalidad de la norma estatal y atisba que así se aprecia incluso en comunidades autónomas gobernadas por el PP, como Galicia y Castilla y León.
Representantes de la Sociedad Asturiana de Médicos de Familia y de la asociación Asturias Acoge han destacado tras la reunión su satisfacción al ver que en la región "nadie queda al margen del sistema sanitario público".
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