La línea roja del Simpa o el lo quiero todo en una negociación lo cual supone que dicha negociación no es tal.
Las 6 horas mensuales de las guardias
Sespa y Sindicato Médico mantienen abierto el conflicto sobre una jornada laboral que está a punto de ser aprobada por decreto
Oviedo, P. R., en La Nueva España
La regulación de la jornada ordinaria en la sanidad pública asturiana tras el decreto de Mariano Rajoy, que obliga a aumentar dos horas y media a la semana, ha sido el motivo principal, aunque no el único, del todavía existente conflicto entre el Gobierno del Principado y el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), que mantiene una convocatoria de huelga de ocho días para el próximo mes de enero. Sería el cuarto mes de paros en la sanidad regional.
El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) considera que el decreto que se aprobará en los próximos días recoge buena parte de las demandas fundamentales de las organizaciones sindicales. Según se incluye en el texto, la duración media de la jornada semanal de todos los trabajadores de la sanidad pública será de 37,5 horas semanales y la jornada anual laboral será de 1.650 horas.
Las dos horas y media de incremento de la jornada se realizarán, con carácter general, mediante módulos de al menos dos horas y media en un día a la semana, aunque se podrán establecer otras modalidades en función de las necesidades del servicio.
En lo que respecta a los médicos que realizan guardias, una vez finalizada ésta, el facultativo tendrá derecho a un período mínimo de descanso de 12 horas, tal y como se recoge en la normativa laboral. ¿Cuál es, pues, el origen del conflicto?
Ese período de descanso se le retribuye al médico como jornada ordinaria, es decir, como si estuviera realizando su trabajo en el hospital. Son 7 horas que se le abonan, además de la guardia, pero que el médico no hace. Según sostiene el Sespa, la jornada laboral anual que tiene que cumplir, de 1.650 horas, se ve reducida con estos períodos de descanso que siguen a las guardias. Si un médico hace cuatro guardias al mes -algo bastante habitual-, el Sespa le paga 28 horas, las de descanso obligatorio, como si las estuviera trabajando.
El decreto de Rajoy exige que todo empleado público trabaje 37,5 horas semanales y para llegar a esa cifra, el especialista que hace guardias debería trabajar 9,5 horas más a la semana.
¿Qué propone el Sespa a los que hacen guardias? Que en vez de trabajar esas 9,5 horas que exige la ley, en aplicación de una ponderación por la penosidad de estar disponible, realice un máximo de 6 horas mensuales, con independencia del número de horas en jornada ordinaria que haya dejado de trabajar después de una jornada de descanso.
¿Y qué dice el SIMPA? Que esta modificación «sigue siendo claramente insuficiente».
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