Hay que avanzar hacia un tratamiento clínico más natural de las mujeres y sus bebés
Estrategia de atención al embarazo, parto y nacimiento normal (III Jornada)
«No se puede tratar a las embarazadas como si fuesen enfermas»
«A no ser necesaria, la atención médica constante puede resultar contraproducente», advierte la especialista Rosario Quintana
Foto: Rosario Quintana, ayer, en Oviedo.
05.06.13 - J. FERNÁNDEZ | OVIEDO, en El Comercio.
Durante el embarazo, el parto, el puerperio -periodo de 40 días que sigue al nacimiento- y la lactancia, los cuidados médicos tienen que ser los justos y necesarios. «Nos hemos dado cuenta de que habíamos medicalizado extraordinariamente estos procesos y realizábamos tratamientos y prácticas cuya seguridad no estaba probada científicamente», destacó ayer Rosario Quintana Pantaleón, médico del Servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital cántabro Sierrallana, partidaria de que la medicina avance hacia un tratamiento clínico más natural de las mujeres y sus bebés.
Forma parte de un movimiento profesional, científico y social que pretende «cambiar para bien todo el modelo asistencial que rodea al embarazo» y ayer participó en Oviedo en la jornada 'Estrategia de atención al embarazo, parto y nacimiento normal en Asturias', organizada por la Consejería de Sanidad y el Servicio de Salud del Principado. La cita, a la que acudieron profesionales de los diversos hospitales asturianos, sirvió también para medir los avances que se han realizado en la región desde el año 2008, cuando se plantearon una serie de modificaciones en este sentido. En líneas generales, se han reducido el número de episiotomías -cirugía menor consistente en dar un corte en el perinéo para ensanchar la vagina y favorecer el parto- y de cesáreas innecesarias. Al mismo tiempo, se ha favorecido que cada vez menos recién nacidos sean separados de sus madres tras el alumbramiento, colocándoselos en el regazo y favoreciendo el contacto piel con piel.
Pese a los pasos que se han dado hacia una atención más natural, resalta Rosario Quintana, «queda más por hacer de lo que se ha hecho». Y es que no solo se deben implementar cambios en los profesionales, como que los embarazos de bajo riesgo sean atendidos por matronas y no por ginecólogos, sino también en el conjunto de la sociedad. Las propias gestantes, comentó la médico, tienen «creencias erróneas».
Los profesionales sanitarios, en este sentido, tienen la «obligación» de explicarles que no es necesario que estén sometidas a atención médica constante y que «en ocasiones puede ser contraproducente». Destaca que no se puede tratar a las mujeres en cinta «como si estuviesen enfermas, ya que, efectivamente, no lo están» y que se debe favorecer el acompañamiento durante el proceso fisiológico que atraviesan, prestando especial atención a la sobrecarga física y emocional que implica. Hay que focalizar la atención, asimismo, en aspectos como la creación del vínculo entre madre e hijo y apoyar a la gestante en decisiones que tome con respecto a su plan de embarazo, como lactar o no. Rosario Quintana resaltó que estas modificaciones «son deseables» porque «es por donde van los tiros de la ciencia» pero es consciente de que podría tardarse incluso varias décadas para lograr el «cambio de paradigma».
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