La estimación de que entrara en funcionamiento de forma completa en la primavera de 2014 puede que se cumpla
El desdoblamiento de los túneles de Riaño está ejecutado en un 87%
Las obras se centran en el tramo langreano y la intención de la Consejería de Fomento es que la carretera esté concluida antes del verano
MARTA VARELA | LANGREO, en El Comercio.
Una de las obras más esperadas por los vecinos de la comarca minera del Nalón está a punto de concluir. Se trata del desdoblamiento de la carretera AS-17 entre San Miguel de la Barreda (Siero) y Riaño, por la que llevan esperando desde 1998. El tramo consta de ocho kilómetros. Formará parte de la futura AS-III (Avilés-Langreo) y permitirá comunicar por autovía Langreo y Siero.
4,7 kilómetros de este vial, que discurren íntegramente por Siero, ya están finalizados. Los 3,3 restantes, los correspondientes a Langreo, están ejecutados en un 87%. Pese a que no hay fecha concreta para la finalización de las obras, la intención de la Consejería de Fomento es que los trabajos concluyan esta primavera para que el tramo pueda entrar en servicio antes de que empiece el verano o, como muy tarde, a principios de la época estival. Las obras se iniciaron en 2009 y se preveía que acabasen en dos años y medio, pero, finalmente, se han prolongado durante cinco.
Las máquinas trabajan ahora en el primer kilómetro que discurre desde el distrito de Riaño hacia los túneles, así como en la adecuación de un acceso directo a la gasolinera de la zona (demanda hecha por el Pleno langreano) y el enlace a la localidad de Riaño. Además, está pendiente la conclusión de un nuevo viaducto próximo al acceso al antiguo túnel, ya remodelado.
Desde el pasado mes de agosto, los conductores utilizan la primera parte de este vial - el de Siero, que tuvo un coste de 51 millones-, con doble circulación en el nuevo túnel del Cadaval (el segundo con mayor longitud de Asturias, de 1.179 metros), así como el nuevo tramo de Langreo (esto es, dos carriles de los cuatro que habrá), paralelo al antiguo trazado.
Mientras tanto, se trabaja en acondicionar el antiguo trazado, duplicando su calzada y mejorando la seguridad en el antiguo túnel, que será el último en entrar en funcionamiento.
El presupuesto de todo el vial asciende a 109,1 millones de euros, de los que el Gobierno de la nación se había comprometido a aportar el 75% (81 millones), con cargo a los fondos mineros, aunque, hasta ahora solo ha abonado 15,9 millones de euros.
Este tramo de la AS-17 es el más utilizado por los habitantes del valle del Nalón desde su inauguración en mayo de 1976, por lo que antes de iniciarse las obras soportaba un tráfico diario aproximado de 16.000 vehículos.
Durante las obras, la circulación se ha ido reduciendo casi a la mitad, debido a las limitaciones de velocidad en todo el tramo y a los badenes en la zona langreana que alargan la duración del viaje.
Punto negro
Está previsto que la duplicación de la carretera suponga una mejora en la seguridad vial, ya que los accidentes (muchos de ellos mortales) eran habituales en esta vía.
Así, el nuevo trazado de la autovía eliminará uno de los principales puntos negros de la red autonómica, localizado en las inmediaciones de los túneles de Riaño. Solo entre 1996 y 2003 hubo 400 heridos y 40 muertos.
La nueva carretera cuenta con carriles de 3,5 metros por calzada, arcén exterior de 2,5 metros e interior de un metro, y mediana de cuatro.
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