Por acuerdo de todas las partes personadas en el proceso: defensa, acusación pública y acusación particular
Condenado a un año por abofetear a una enfermera en el Hospital
El agresor reconoció ante el juez haber golpeado a una trabajadora del HUCA por negarse a hacer una cura a su hija
16.05.2014, M. PÉREZ, en La Nueva España.
El acusado de abofetear a una enfermera del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras negarse a hacerle la cura a su hija menor de edad -porque le correspondía al médico- fue condenado ayer a una pena de un año de prisión por un delito de atentado y al pago de una multa de 360 euros por un delito de lesiones. La sentencia se alcanzó de conformidad tras llegar a un acuerdo las partes personadas en el proceso (defensa, acusación pública y acusación particular). La indemnización a la víctima por parte del acusado (3.420 euros) propició el acuerdo. El ministerio fiscal solicitaba inicialmente una condena de tres años y nueve meses de prisión para el agresor.
Los hechos se remontan a la mañana del 11 de abril de 2012. El condenado, que reconoció ayer los hechos en sede judicial, se encontraba en el Hospital acompañando a su hija menor de edad. En un momento dado solicitó que le proporcionaran a la chiquilla un calmante, puesto que tenía dolores. Al rato, se presentó en la habitación la enfermera que ha formulado la denuncia, en compañía de dos alumnas en prácticas. De paso, el padre pidió a la sanitaria que realizase las curas pertinentes a la niña. Ella respondió que no se podía hacer cargo y que debían esperar a que llegase el cirujano para descubrir la herida y proceder luego en consecuencia. Siguiendo la misma versión facilitada por la fiscalía, el acusado se dirigió entonces a la enfermera en los siguientes términos: "Tú no sabes quién soy yo, eres una enfermera chiquilicuatre". A continuación, se lanzó sobre ella y le dio un tortazo "del revés", con el dorso de la mano en la mandíbula. El golpe recibido le causó a la enfermera lesiones en la cara y síndrome cervical postraumático, de los que tardó en curar 73 días.
Las agresiones a personal sanitario han repuntado en los últimos meses y preocupan cada vez más a los profesionales sanitarios. Así, la Policía tramita como promedio una denuncia cada mes por agresiones a personal sanitario en la ciudad. Una cifra que, según los datos que manejan los sindicatos y el Colegio Oficial de Médicos, ha experimentado un ligero repunte desde el último verano. Así, el año pasado se detectó una veintena de agresiones en hospitales y centros de salud de Oviedo. Los lugares en que se suelen producir más agresiones son los centros de salud y el servicio de urgencias, por la masificación y los inevitables retrasos. Por ejemplo, el pasado diciembre se denunciaron dos agresiones seguidas en el área de urgencias del HUCA.
La primera tuvo lugar cuando un joven agredió a una enfermera mientras lo atendía. Además, un anestesista residente de primer año resultó agredido por un paciente que llevaba cinco horas esperando por el neurólogo. Y en los centros de salud de Otero y la Lila se registraron sendas agresiones también a finales de año. En Otero una paciente se coló en la consulta de una facultativa del centro y, a punta de navaja, exigió que le extendiese una receta. Ante la negativa de la doctora, la mujer comenzó a pincharla en el vientre con su arma. Afortunadamente, la doctora no resultó herida. En la Lila, un médico perdió los dientes por la agresión de un paciente. Ante esta situación, el Colegio de Médicos llegó a emitir un comunicado rogando a los facultativos "tolerancia cero" con las agresiones.
Otros ataques
Recetas a punta de navaja
Una paciente agredió a una médica del centro de salud de Otero con una navaja para exigirle una receta. Sucedió en noviembre de 2013. Unos días después, un médico del centro de salud de la Lila perdió varios dientes tras ser agredido por una paciente.
Impacientes en urgencias
El área de urgencias, junto a los centros de salud, es una de las más afectadas por las agresiones a facultativos. A finales del pasado año un paciente la emprendió a golpes contra un anestesista en prácticas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) porque llevaba cinco horas esperando a que le atendiesen. El facultativo pasaba por allí y no tenía nada que ver con el caso.
VER NOTICIA ANTERIOR RELACIONADA
VER NOTICIA ANTERIOR DIRECTAMENTE RELACIONADA CON ESTE CASO CONCRETO
0 comentarios