La dirección del Matadero Central solicitará la liquidación de la empresa
La medida conlleva la extinción de los 86 empleos del macelo y la venta de las instalaciones y los bienes que Junquera Bobes posee en Noreña
Los trabajadores del Matadero, concentrados a las puertas de sus instalaciones. FRANCO TORRE Fotos de la noticia
17.12.2014 | 04:27 F. TORRE Junquera Bobes S.A., la empresa que gestiona el Matadero Central de Asturias, solicitará la liquidación. Así lo confirmó ayer la gerente del macelo, Ana Presa, en una reunión mantenida en la sede de la Dirección General de Trabajo a la que asistieron también representantes de los trabajadores y el propio director general de Trabajo, Antonio González. En el encuentro, los representantes de Junquera Bobes confirmaron que solicitarán al juez que inicie el trámite de liquidación, lo que supone, además, la extinción de los 86 puestos de trabajo del macelo.
Según explican los representantes de los trabajadores, Junquera Bobes se negó en todo momento a reabrir las negociaciones y sus rectores aseguraron que solicitarán la liquidación incluso aunque el juez apruebe su plan de viabilidad, que incluye 31 despidos, ya que sólo contemplaban su aplicación si era mediante un acuerdo con el comité de empresa. La dirección del macelo, por su parte, mantiene un silencio absoluto frente a la opinión pública. Este periódico trató ayer sin éxito de ponerse en contacto con la gerencia para que diese su versión del proceso.
La reunión de ayer fue impulsada por la propia Dirección General de Trabajo, aprovechando que debía dar audiencia a las partes después de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo, en el que se tramita el proceso concursal solicitado por Junquera Bobes, pidiese a ese organismo un informe sobre la petición de la empresa de realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sobre la totalidad de los trabajadores. Esta medida era la alternativa marcada por Junquera Bobes en el caso de que no se llegase a un acuerdo sobre su plan de viabilidad, que contemplaba 31 despidos.
Como alternativa a ese plan, los trabajadores presentaron una lista de voluntarios a dejar la empresa mediante bajas incentivadas o prejubilaciones, que ayer incluía a 29 empleados. Sobre la base de esa propuesta, el Director General de Trabajo ofreció a las partes reabrir las negociaciones, pero la respuesta de la dirección fue tajante: esa lista no era aceptable, ya que no llega al número exigido y sólo contempla una parte de la plantilla de la que quieren desprenderse. En otras palabras: la dirección no sólo quiere despedir a 31 trabajadores, sino que, además, quiere elegir a los empleados que deben abandonar la empresa.
En ese momento, siempre según la versión de los trabajadores, los representantes de la dirección anunciaron su intención de pedir la liquidación de la empresa, incluso en el caso de que el juez acabase aceptando los 31 despidos y el resto de condiciones que reclama Junquera Bobes. Una petición que el juez está obligado a aceptar, con lo que se iniciará un nuevo proceso legal cuya puesta en marcha podría demorarse hasta principios de año.
"Dijeron que esas medidas sólo serían aceptables si se ejecutaban previo acuerdo firmado con los trabajadores", explica Alberto González, portavoz de los empleados del matadero y presente en la reunión. Según González, los representantes de la dirección afirmaron que ese interés por lograr que los trabajadores aceptasen sus condiciones se debía a la necesidad de mantener la "paz social" dentro de la empresa.
A los trabajadores, en todo caso, esta decisión de Junquera Bobes no les pilla por sorpresa. Entre los empleados, de hecho, había cierta chanza con el hecho de que la gerente hubiese empacado sus pertenencias y vaciado su despacho en el macelo varios días atrás. Más aún, hasta ayer los trabajadores no habían recibido noticia alguna de la empresa desde el fin de la negociación, hace ya más de dos semanas.
"Cada vez tenemos más claro que todo lo que dijeron sobre negociaciones con entidades bancarias y con la administración no era más que humo", sentencia Alberto González, quien insiste en que los trabajadores seguirán luchando para que se respeten sus derechos y por la supervivencia del Matadero Central. Una lucha en la que no descartan las movilizaciones e incluso organizar un encierro en las instalaciones.
"Esta empresa tiene futuro y creemos que en cuanto entre en proceso de liquidación va a haber ofertas para su adquisición", sostiene González.
La dirección del Matadero Central solicita la liquidación de la empresa
0 comentarios