Las entidades sociales cerrarán el año con un repunte en el número de usuarios
La recuperación aún no ha llegado a muchas familias, que han tenido que recurrir a organizaciones como Cruz Roja para afrontar sus gastos básicos
Usuarios del centro de día del Albergue Covadonga. JUAN PLAZA Fotos de la noticia
Lne. 28.12.2014 | 05:50 Luján PALACIOS
El año 2014, apenas a unos días de finalizar, pasará a la historia como el del inicio de la recuperación económica, a decir de los políticos. Pero a pie de calle las entidades sociales no acaban de notar que las cosas marchen mejor para quienes menos tienen. Más bien al contrario: las principales organizaciones de ayuda de la ciudad cerrarán sus balances con un ligero repunte en el número de usuarios, reflejo de que la recuperación no ha alcanzado ni mucho menos a todos.
Cruz Roja ha experimentado un incremento exponencial en el número de beneficiarios en los últimos años, que ha seguido la curva ascendente en el 2014. De hecho, no ha dejado de incorporar nuevas familias a los programas de ayuda inmediata, ante las imperiosas necesidades de muchas de ellas. El plan de alimentos ha sumado en los últimos doce meses a 130 nuevas unidades familiares, con lo que la entidad ya atiende a más de 1.700 personas dentro de dicho plan.
Los datos no han mejorado a lo largo del último ejercicio porque, como explican los responsables de Cruz Roja en la ciudad, a las nuevas familias en apuros económicos, muchas de las cuales no tienen para pagar sus facturas, se suman las que ya lo estaban pasando mal con anterioridad y que no han logrado salir adelante. De hecho, en la primera mitad de este año se habían entregado ya cerca de 45.000 euros a familias que no tenían recursos para afrontar sus gastos más básicos.
En el caso de la Cocina Económica, las cifras tampoco invitan demasiado a la esperanza. El año se cerrará igual que se abrió: con largas colas en el comedor y todos los recursos residenciales que ofrece la entidad en lleno absoluto. "La tendencia es la misma del año pasado", lamenta Luis Torres, quien incluso llegó a temer, a falta de cerrar el año, que se produjera un ligero incremento del número de usuarios. La media de comidas que está dando la Cocina Económica cada día es de unos 500 servicios, entre desayuno, comida y cena. Con ello, se espera que las estadísticas rocen los 190.000 servicios anuales, más o menos como el año pasado.
"La mejoría, si existe, no se nota mucho", señala Luis Torres. Especialmente en unas fechas, las navideñas, en las que el comedor vuelve a estar a tope. En Nochebuena pasaron a cenar más de 200 personas, y lo mismo se espera para la próxima Nochevieja. Con un dato que los responsables de la Cocina quieren resaltar: cada vez se atiende a menos personas extranjeras. El perfil ha ido variando y casi todos los que acuden a la puerta del comedor social son españoles en apuros.
Algo similar ocurre también en el Albergue Covadonga, el primer recurso de atención a las personas que demandan ayuda. Este año cerrará con un incremento en el número de pernoctaciones, cerca de 16.000, que cada vez son más prolongadas en el tiempo. Tal y como explicaba hace unos días el presidente de la entidad, Lorenzo Mariñas, la tendencia en los últimos meses es la de que los usuarios se queden durante periodos de tiempo más largos bajo el techo que les ofrece el albergue, cuando antes las estancias eran de apenas tres o cuatro días.
Y de nuevo se ha tenido que denegar plaza a personas que buscaban un cobijo en los días de más alta ocupación, por lo que para el año que viene se pondrá en marcha un sistema de coordinación entre entidades de la Red de la Pobreza en Gijón para derivar a las personas que no tengan cama en el Albergue a otros recursos disponibles. Para ello también se conveniarán varias plazas "a demanda" en hostales de la ciudad, de manera que nadie que desee pasar la noche a cubierto y no tenga recursos se vea obligado a dormir en la calle.
La Cocina Económica dispondrá de un presupuesto de 1,2 millones
Lne- 28.12.2014 | 05:50 L. PALACIOS
La Junta Directiva de la Asociación Gijonesa de Caridad- Cocina Económica celebra mañana lunes su asamblea general con la intención de aprobar el presupuesto para el año que viene. Tal y como señala Luis Torres, la cuantía ascenderá a 1,2 millones de euros, una cantidad similar a la del año pasado. Con este dinero se seguirán desarrollando las actuaciones habituales de atención en la Cocina Económica y en las plazas residenciales, que en los últimos tiempos registran una alta ocupación.
En el encuentro también se dará cuenta de la marcha de las obras de la residencia geriátrica para personas mayores sin recursos que se está construyendo en la parcela de la antigua Pecuaria en la parroquia de Somió. Si todo marcha según lo previsto el establecimiento abrirá sus puertas a finales del verano que viene, tras un largo periodo de incertidumbre hasta que finalmente el Ayuntamiento concedió la licencia de obra.
El establecimiento residencial se levantará para dar cumplimiento a la voluntad de Luis Bango Escacho, multimillonario gijonés que dejó en testamento a la Cocina Económica un total de 25 millones de euros. De ellos, 16 millones permanecen inmovilizados y gestionados por una fundación de Liechtenstein, sin que se sepa cuál será su futuro.
En un principio el centro estaba pensado para 120 plazas, para prestar servicio a personas mayores con necesidades, así como para usuarios en distintos grados de dependencia. Pero ante la constatación de que la incapacidad de la Cocina Económica para mantener todo el complejo con dichas dimensiones el proyecto se tuvo que reformar hasta dejarlo en 62 plazas exclusivamente para ancianos desamparados
Soluciones temporales mientras las cifras de usuarios empiecen a bajar. Y las entidades no tienen claro que ni siquiera sea en el año nuevo.
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