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La situación se repite, casi calcada, cada año en las mismas fechas…

La situación se repite, casi calcada, cada año en las mismas fechas…

Las urgencias del Valle del Nalón, saturadas ante la falta de camas para ingresos

El personal del centro confía en que la nueva gerencia solucione, en el menor tiempo posible, la falta de plazas y reabra también la planta cerrada

 

Marta Varela, LANGREO, en El Comercio.

 

Pacientes en el servicio de urgencias esperando horas por una cama para ingresar en el hospital. Es una situación que lleva meses repitiéndose en el hospital Valle del Nalón. Mientras, la planta tercera C continua cerrada.

 

Los facultativos del centro aseguran que «no podemos más, pasamos vergüenza de ver a pacientes en los boxes esperando por una cama. Aunque no se pierda calidad en la atención, la situación no es normal porque hay camas sin utilizar». Así, el pasado lunes, al menos una decena de enfermos sufrieron esa falta de camas y tuvieron que esperar en el servicio hasta que hubo camas libres.

 

Una situación que el personal médico asegura que «en ocasiones agrava la relación con las familias porque hay mucha tensión. Nos molestamos unos a otros».

 

El servicio de urgencia del Valle del Nalón atiende de media a unos 2.500 pacientes al mes. De hecho, en la actualidad, ha atendido unos 25.293 pacientes, de los que en torno a un 17% requiere permanecer ingresado en el centro tras ser atendidos. Para ellos no siempre hay camas disponibles, mientras se utilizan los boxes como salas de espera, en ocasiones durante horas, incluso días. Además, un 5,24% de los pacientes que son atendidos vuelven a precisar de asistencia en el hospital en menos de 72 horas.

 

El problema para los trabajadores es claro, «necesitamos que haya más camas disponibles». Según los datos aportados desde el mismo centro, en la actualidad se dispone de unas 174 camas para ingresos cuando, en la misma fecha del año pasado, había en torno a 200 camas, unas veinte por debajo de la capacidad total del centro médico.

 

Los problemas de saturación de urgencias se agravaron en julio pasado cuando la gerencia cerró varias salas. Algunas de ellas han sido abiertas estos meses ante la imposibilidad de atender todos los ingresos, dado que la ocupación del centro se mantiene en un 84,40%. Ahora, facultativos y sindicatos, esperan la solución a sus problemas con la llegada de la nueva gerencia.

 

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