Y con lo que se avecina la tendencia continuará
Empeora la opinión de la ciudadanía sobre la Sanidad
Por Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
Nuevatribuna.es otropuntodevista
Como es conocido los gobiernos del PP, a nivel central y en las CCAA, se han caracterizado por una política muy agresiva de recortes, deterioro, desmantelamiento y privatización de la Sanidad Pública, política que siempre se ha llevado a cabo acompañada de una sistemática negación y de unas declaraciones que prometían exactamente lo contrario (por ejemplo las de Rajoy antes de las elecciones de 2011).
Los recortes económicos está muy bien documentado que se han producido pese a las declaraciones oficiales, aunque existen una gran incertidumbre sobre su cuantía exacta (el Ministerio de Sanidad reconoce 8.000 millones € de recortes en la Sanidad Pública, pero otro datos elevan esta cifra hasta los 20.000 millones €), asimismo también hay constancia de los recortes de personal sanitario, también con una intolerable variabilidad según las fuentes (una cifra que se mueve entre 25.000 y 55.000 trabajadores menos en el sector sanitario público). Sin embargo todavía tenemos pocos datos sobre los resultados de estas políticas sobre el funcionamiento del sistema sanitario y la salud de la población, y ello tanto porque los datos oficiales siguen siendo muy desactualizados, como por el gran esfuerzo que han realizado los trabajadores para asumir la demanda asistencial a pesar de las negativas circunstancias y por la multitud de factores que influyen sobre la salud de las personas.
Por eso hay que buscar los resultados en la opinión de la ciudadanía que es recogida anualmente por el Barómetro sanitario que realiza el CIS, y por eso también en la tabla siguiente se comparan algunos resultados del realizado en el 2010 con el ultimo conocido, de 2015, y hecho público en mayo de 2016), algunos de cuyos datos pueden observarse en la tabla siguiente… (la que ilustra el artículo).
Se ve claramente como baja el porcentaje de personas que opinan que la Sanidad funciona bien y bastante bien (en total 10 puntos menos) y el de quienes piensan que en el último año mejoro la lista de espera, a la vez que el porcentaje de quienes piensan que empeoraron las listas de espera, las consultas de Atención Primaria y especializada y el funcionamiento de los hospitales se multiplica como mínimo por 3 y en el caso de la atención hospitalaria por 4, lo que evidencia una constatación por parte de la ciudadanía de los problemas que sufre el sistema sanitario público y contradice las optimistas declaraciones del PP.
El efecto de los recortes sobre el sistema sanitario ha sido devastador, pero también lo han sido la reducción, mucho mayor, del dinero destinado a la atención sanitaria pública por el efecto complementario de las privatizaciones (que incrementan el coste de la atención sanitaria haciendo más ineficiente al sistema sanitario) y del descontrol del gasto farmacéutico (que en 2015 ha crecido en sus dos vertientes, la de las recetas, pero sobre todo la de fármacos hospitalarios con una desviación al alza de 2.500 millones €). Ambos fenómenos amenazan con estrangular definitivamente al sistema sanitario y precisan de actuaciones urgentes. Desgraciadamente que una persona como Fátima Báñez asuma, aunque sea transitoriamente, las competencias sobre Sanidad en el Gobierno no augura nada bueno porque lo previsible es que continúe esta deriva de privatizaciones y de favorecer a los intereses de las grandes multinacionales sobre el derecho a la protección de la salud de las personas.
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