Desde hacía 1 año que no sabíamos nada de la tramitación de la ley sobre derechos y garantías de la dignidad de las personas al final de la vida
La alimentación artificial es un tratamiento y se puede eliminar, según la ley de muerte digna
Los expertos alaban la futura normativa del testamento vital, en la que un paciente podrá decidir sobre el final de su vida
Foto.- En primer término, Pablo Fernández, María Isabel Gancedo, Beatriz Martínez y Ramón Durán, y detrás, Miguel Presno, ayer en la Junta General.
Marián Martínez, Oviedo, en La Nueva España
La alimentación y la hidratación artificiales no son cuidados básicos, sino tratamientos, y como tal los facultativos pueden retirarlos si los pacientes o sus representantes lo deciden en los últimos momentos de la vida para acortar la agonía o, por ejemplo, en estados vegetativos. Así lo explicó el presidente de la comisión asesora de Bioética, Sergio Gallego, uno de los 16 expertos en las más diversas materias que comparecieron ayer en la Junta General para dar su opinión sobre el proyecto de ley "Derechos y garantías de la dignidad de las personas al final de la vida". O dicho de otra manera, sobre la futura ley de testamento vital, en la que el paciente puede dejar por escrito cómo quiere que sea su muerte y que atención quiere recibir.
Más allá de aportar sugerencias sobre cuestiones técnicas a la hora de la redacción o de propuestas concretas, los expertos coincidieron en alabar la iniciativa de elaborar una ley que, explicaron, aportará seguridad jurídica a los profesionales, y dará más garantías a los pacientes y a sus familiares o representantes de que se respetarán sus derechos y voluntad. "Tener una normativa puede ayudar mucho a hacer las cosas de forma más homogénea y con más seguridad y tranquilidad", afirmó Pablo Fernández Muñiz, director del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)… (leer más)
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