DE LAS JORNADAS SOBRE LAS UNIDADES CLINICAS DE GESTION EN A. PRIMARIA
El Borrador del Decreto que dará amparo normativo a las Unidades Clínicas de Gestión estará en fase de información previa por parte de las Asociaciones científicas, las organizaciones sindicales y otros ámbitos de la Administración, este mismo mes o a primeros del siguiente. Su aprobación está prevista para el primer trimestre del año próximo.
“En todo caso las Unidades Clínicas de Gestión se pueden poner en marcha incluso antes de tener el Marco normativo”, asegura Ana Luz Villarías.
El Sespa admite que la dotación económica para las unidades de gestión clínica «no está madura»
17.12.08 - A. VILLACORTA, OVIEDO, para EL COMERCIO
El Principado reconoce que «no es el momento más idóneo» para transformar los centros de salud y reclama colaboración.
El contrato inicial será por cuatro años.
«El momento no es el idóneo para poner en marcha las unidades de gestión clínica porque la asunción de riesgos por parte de los profesionales requiere de un marco de confianza que quizá ahora no se dé o que quizá esté roto». Lo admitió ayer Ana Luz Villarías, subdirectora de gestión clínica y calidad del Servicio de Salud del Principado (Sespa), cuando uno de los profesionales que asistían a las jornadas organizadas por la consejería para explicar la reconversión de los centros de salud en unidades de gestión clínica le preguntó por los conflictos que, de un tiempo a esta parte, no dan tregua a la sanidad asturiana.
La encargada de detallar ante los dos centenares de asistentes a las jornadas el nuevo modelo ideado por la consejería para la red de Atención Primaria reconocía de esa forma que «hace meses que los profesionales sanitarios no responden a los llamamientos de la administración».
Por eso, sostuvo, «hay que empezar a hablar de cómo se resuelven esos conflictos» al tiempo que se termina de diseñar el nuevo modelo planteado por el consejero, Ramón Quirós. Aunque luego precisó que «el trabajo en gestión clínica trasciende un conflicto concreto», por lo que reclamó colaboración a los profesionales asturianos en la implantación de las unidades de gestión clínica.
La intención del Sespa es, según Villarías, «que en el primer trimestre de 2009 haya una norma que permita actuar con tranquilidad en el marco de las unidades de gestión», cuyo dotación económica «aún no está madura», aseveró. Al menos, no tanto como para detallar los incentivos de los centros.
El Sespa trabaja desde hace meses en el borrador de esta normativa. Un marco legal que definirá, entre otras muchas cuestiones, cómo funcionarán las unidades, qué ámbito abarcarán, cómo será designado su director y cuál será su relación con la Administración.
El modelo que se implantará en Asturias será en todo caso, apuntó la subdirectora de gestión clínica del Sespa, «un modelo que no tiene nada que ver con el de otras comunidades como Cataluña, en el que los profesionales médicos se hacen autónomos y contratan unos determinados servicios con el sistema de salud de forma privada mientras que, en el caso de Asturias, el sistema será público».
«Asunción de riesgos»
Sí se conocen ya algunas de los grandes líneas del proyecto, como que, para calcular el presupuesto que requerirá cada centro de salud y, por ende, cada unidad de gestión clínica, la Consejería de Salud piensa aplicar una fórmula capitativa. Esto es: se asignará dinero en función del volumen de actividad y también del tipo de paciente, mientras que, ahora, los centros de salud reciben una asignación en función de su gasto histórico, lo que implica que el presupuesto se calcula sobre el gasto del año anterior, a lo que suma un plus correctivo.
Ana Luz Villarías también explicó que aquellos centros que decidan constituirse en unidades de gestión clínica «lo harán por un periodo de cuatro años, un tiempo que les permitirá definir objetivos estratégicos, pero también deberán firmar anualmente un contrato de gestión».
Ese es el último paso del proceso. Antes, la unidad de gestión será encuadrada por el Sespa en un determinado nivel en función de dos criterios: el primero es su autonomía de gestión -que podrá ser básica, intermedia o avanzada- y el segundo, su nivel de calidad: inicial, avanzado o de excelencia.
«Los recursos son limitados y, a la hora de su adjudicación, tendremos en cuenta los objetivos que deben ser cumplidos y los propios recursos de la gerencia», concluyó la representante del Sespa.
Si esos objetivos no se cumplen, resumió, «se pueden perder prestigio o o una serie de incentivos. Nunca el salario ni el contrato». Lo llamó «asunción de riesgos».
Claves de la gestión clínica
El Sespa dará más autonomía e incentivos a los centros de salud más competentes
El Gobierno regional presenta su modelo de gestión clínica, que se enfrenta al rechazo de la mayoría de los médicos de atención primaria.
Oviedo, P. Á., para La Nueva España
Los centros de salud que presten servicios de mayor calidad a los pacientes verán incrementada su autonomía de gestión de forma paulatina. Ésta es la clave del modelo de gestión clínica que quiere poner en marcha el Servicio de Salud del Principado (Sespa), y que ayer fue expuesto en el marco de una jornada de formación que congregó en Oviedo a unos doscientos profesionales, entre ellos parte del equipo directivo del Sespa. El volumen de incentivos que reciban los médicos y enfermeros -que podrán ser diversa naturaleza- estará en sintonía con el grado de desarrollo de la unidad.
Este nuevo patrón organizativo constituye el núcleo de la reforma de la atención primaria que pretende impulsar el Gobierno regional, una reordenación que otorga una mayor capacidad de decisión a los profesionales de los centros de salud, pero que se enfrenta al rechazo de la mayoría de los médicos de primaria, quienes se oponen, principalmente, al desplazamiento a las tardes de una parte de su jornada laboral.
Este ambiente refractario está dificultando la elección de los cinco centros de salud que han de incorporarse al plan piloto que pondrá a prueba el modelo. Ayer, los directivos del Sespa aseguraron que aún no está decidido cuáles serán estos centros, si bien añadieron que algunos facultativos les han transmitido a título personal su interés por sumarse al nuevo sistema. Una de las características definitorias del modelo es que requiere la voluntariedad de los profesionales. Los trabajadores de los centros de salud que opten por quedarse al margen de la gestión clínica tendrán una jornada semanal de cuatro mañanas y una tarde.
El Servicio de Salud quiere que al menos un centro de salud de cada área sanitaria urbana (Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Langreo) comience a regirse en enero de 2009 por el modelo de gestión clínica, que posteriormente será evaluado y extendido a la totalidad de la red de primaria a partir de mayo de 2009.
Ana Luz Villarías, subdirectora de gestión clínica y calidad del Sespa, fue la encargada de exponer las líneas maestras del proyecto. Un modelo cuyo objetivo esencial consiste en «incorporar al profesional sanitario a la gestión de los recursos que utiliza en su propia práctica». Villarías explicó que cada centro de salud suscribirá con el Sespa un contrato de gestión que conllevará el compromiso de alcanzar una serie de objetivos.
El modelo establece tres niveles de calidad. El tercer grado de excelencia será equiparable a una acreditación externa. La autonomía de gestión, que también se subdivide en tres niveles, afectará a personas, equipamientos médicos, almacenes y materiales sanitarios, consultas, tiempos y pruebas tanto diagnósticas como terapéuticas, entre otros elementos. La condición de unidad de gestión clínica será otorgada por un plazo de cuatro años. En función de los resultados obtenidos, al cabo de ese período, el perfil de la unidad podrá ser modificado o incluso retirada la acreditación.
María Luisa Sánchez, directora de servicios sanitarios del Sespa, señaló que la propuesta presentada ayer intenta ser «un proyecto abierto a la participación de los profesionales». Sánchez subrayó la voluntad del Servicio de Salud de implantar «un sistema de asistencia sanitaria en atención primaria de mayor calidad que el actual y orientado hacia el paciente».
El nivel de calidad determinará el grado de autonomía de gestión de los centros de salud.
Se establecen tres niveles de calidad. El más alto es equiparable a una acreditación externa.
La autonomía de gestión afecta a personas, equipamientos, almacenes y materiales sanitarios, consultas, tiempo, pruebas diagnósticas y terapéuticas, interconsultas, prescripción, conocimiento, innovación, mantenimiento, facturación a terceros y procesos clínicos.
La acreditación se otorga para cuatro años, pasados los cuales puede ser modificada o retirada.
Quirós defiende el modelo «porque apostamos por el profesional»
Oviedo, P. Á.
El consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, afirmó ayer que el Gobierno regional defiende el modelo de gestión clínica para la atención primaria porque «apostamos por los profesionales».
Quirós inauguró la Jornada de gestión clínica y calidad en atención primaria organizada por el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y el Instituto Adolfo Posada, que ayer se celebró en Oviedo.
«Apostamos por la gestión clínica porque creemos en los profesionales que están en Asturias, en el compromiso que tienen y en la capacidad y las ganas de hacer su trabajo con una calidad alta», indicó el titular de Salud, quien agregó que «hay una serie de valores que deben presidir el sistema sanitario asturiano, muchos de los cuales enlazan con el modelo de gestión clínica».
Quirós admitió que este nuevo sistema organizativo «no es la panacea», y agregó que incorporarse al modelo «no es una obligación, sino una elección de trabajar de una determinada forma».
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