Desde luego que hay margen de ahorro
Salud considera que la receta por principio activo puede ahorrar hasta 20 millones
El Consejero ve posible reducir más el gasto en medicamentos
El PP acusa a la Administración socialista de hacer «trampas» en las cuentas
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ / Efe, en La Nueva España
Extender recetas por principio activo, y no por marca comercial, podría acarrear para la sanidad pública asturiana hasta 20 millones de euros de ahorro anual. Éstas son las previsiones aproximadas que maneja la Consejería de Salud del Principado tras la reciente puesta en marcha de una nueva aplicación informática en los centros de salud cuyo objetivo es potenciar la prescripción de medicamentos aludiendo a la sustancia con actividad propiamente terapéutica, de modo que después sea el farmacéutico quien dispense al usuario la opción más barata entre todas aquellas que contengan ese principio.
El titular de Salud, Ramón Quirós, subrayó ayer que aún es posible reducir más la factura en medicinas de la sanidad pública. Unas declaraciones que tienen como telón de fondo una información publicada también ayer por LA NUEVA ESPAÑA según la cual el pasado mes de marzo la caída del gasto mensual en medicamentos superó por vez primera el 10 por ciento con relación al mismo mes del año precedente. De este modo, y gracias a las sucesivas bajadas de precios decretadas por el Ministerio de Sanidad, el consumo público en fármacos en Asturias sumó en el primer trimestre de este año 81,4 millones de euros, casi 7,2 millones menos que en el mismo período del ejercicio anterior, lo que implica una disminución del 8 por ciento. La previsión de gasto del Gobierno regional para el conjunto de 2011 se sitúa en 334 millones de euros.
Los datos de consumo de fármacos en atención primaria difundidos por el Ministerio de Sanidad y celebrados por Quirós fueron tildados de «falacia» por el diputado regional del Partido Popular Carlos Galcerán, quien acusó a la Administración de hacer «trampas» en las cuentas a base de «desviar medicamentos de la farmacia comunitaria a la farmacia hospitalaria».
Según Galcerán, «desde hace tiempo, la Consejería está incluyendo en la factura hospitalaria medicamentos que antes eran dispensados en las oficinas de farmacia». El diputado popular agregó que «el capítulo IV de los Presupuestos del Principado para 2011, el correspondiente a transferencias, se verá reducido, pero el capítulo II, donde está incluido el gasto en medicamentos de hospital (gasto corriente) quedará notablemente incrementado, aunque no nos cabe duda de que será maquillado convenientemente, como hasta ahora, no pagando a otros proveedores y acumulando la deuda en los cajones del Sespa». Galcerán enfatiza que el gasto farmacéutico «no ha dejado de crecer», y añade: «Si sumamos ambos conceptos, la "histórica" rebaja de la factura del mes de marzo sólo será un engaño más de este Gobierno».
Muy distinta es, naturalmente, la versión del consejero de Salud. A juicio de Ramón Quirós, «todo lo que sea moderación, sin perder calidad en la prestación ni limitaciones en la cartera de servicios, refleja el esfuerzo que se está haciendo por parte de todos; pero ahí todavía hay que seguir trabajando y no es para sentirse satisfechos».
Con relación a la prescripción por principio activo, el titular de Sanidad explicó: «Significa, más que nada, que el profesional no tiene que poner el nombre comercial sino el principio que lleva el medicamento». Quirós sostuvo que recetar, por ejemplo, ácido acetilsalicílico, que es el principio activo, en vez de la célebre «aspirina», que es el nombre comercial, no cambia «para nada» la libertad de prescripción por parte de los médicos y permite «aumentar el uso de genéricos a un coste menor, lo que es bueno para la sostenibilidad del sistema». Ramón Quirós señaló que, más que la edad avanzada de una gran parte de la población asturiana, el principal factor que condiciona que la sanidad pública registre un gasto más elevado que otras comunidades autónomas son las enfermedades crónicas, «que necesitan de medicación continuada», lo que conlleva que «cada vez haya más personas que toman fármacos de forma diaria».
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