No se puede decir ni más alto ni más claro: ¡¡no es la crisis, es el sistema !!
Miles de 'indignados' recorren el centro de Madrid hasta la Puerta del Sol
Miles de 'indignados' convocados por el movimiento 15-M recorrieron ayer tarde el centro de Madrid bajo el lema 'No es la crisis, es el sistema' en un ambiente festivo y sin que se registraran incidentes.
nuevatribuna.es
La marcha partió sobre las 18.50 horas de la Plaza de Carlos V y transcurrió por el Paseo del Prado y la calle de Alcalá para confluir, sobre las 20.15 horas, en la Puerta del Sol, centro neurálgico del movimiento que surgió hace ya más de dos meses.
A la llegada de la marcha a la Puerta del Sol se desplegó una pancarta en la que podía leerse 'Sin el pueblo no sois nada', que fue recibida entre aplausos. También les saludó otro cartel que decía: 'Bienvenida, dignidad'.
Durante la marcha, cánticos como 'De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste' o 'Derecho a techo a justo precio' se sumaron a los ya tradicionales y característicos de este movimiento, como son 'El pueblo unido jamás será vencido', 'Esta crisis no la pagamos' y 'No nos representan'. También se escucharon consignas contra políticos, banqueros y el capitalismo.
La manifestación puso a fin a un fin de semana en el que llegaron a Sol las seis marchas que canalizaron a unos 600 'indignados' desde distintos puntos del país hasta Madrid.
Tras varias horas de asambleas y actos festivos y reivindicativos, celebrados durante la tarde y la noche del sábado y la mañana de este domingo, estos 'indignados' se dirigieron a plaza de Carlos V, en las inmediaciones de la estación de Atocha, para iniciar la marcha a la que también se sumaron otros muchos llegados en decenas de autobuses desde distintos lugares de España y todos lo que se quisieron incorporar a título individual
La manifestación transcurrió tranquila, en medio de un ambiente festivo y rodeada de medidas y efectivos de seguridad y sanitarios. Entre los asistentes figuraban jóvenes, pero también personas de más edad, familias con hijos e incluso 'indignados' desnudos y otros en bicicleta.
Un cordón formado por agentes de policía y un segundo compuesto por los propios manifestantes protegió desde la Plaza de Neptuno el acceso hacia el Congreso de los Diputados.
No obstante, cuando sobre las 19.30 horas la marcha llegó a este punto del recorrido se pudieron escuchar los tradicionales cánticos 'que no nos representan' y 'el pueblo unido jamás será vencido'.
La marcha prosiguió y, tras doblar sobre 19.45 horas la plaza de Cibeles y el edificio del Banco de España, discurrió por la calle de Alcalá para finalmente, sobre las 201.5 horas alcanzar la Puerta del Sol en medio de una explosión de aplausos y silbidos de alegría.
La celebración de un referéndum por Internet el próximo mes de octubre para pulsar la "opinión del pueblo" sobre la ley electoral y la transparencia de las cuentas públicas, o la posibilidad de organizar una marcha por Europa que concluyera en Bruselas figuran entre las posibles próximas iniciativas con las que este movimiento busca mantenerse vivo y conservar su espíritu.
Miles de indignados protestan en Madrid contra el sistema
Juan Diego Quesada / Inés Santaeulalia / María Hervás, Madrid 25 JUL 2011, en El Pais.
La Puerta del Sol ha vuelto a indignarse. Más de 35.700 participantes en la marcha popular del Movimiento 15-M, algunos de los cuales llegaron el sábado a la capital a pie en seis columnas y más de 30 autobuses, regresaron ayer domingo al kilómetro cero de Madrid para exigir reformas políticas, económicas y sociales. Los manifestantes partieron de la glorieta de Atocha pasadas las siete de la tarde, coreando las consignas que ya se han convertido en clásicas, "el pueblo unido jamás será vencido" y “¡que no, que no, que no nos representan!”. Pasadas las ocho y media, los primeros llegaron a Sol, donde los recibía una pancarta que rezaba Bienvenida, dignidad.
Después, algunos de los indignados emprendieron la vuelta desde Sol a sus localidades, en autobús, mientras que varios centenares optaron por dirigirse a la Carrera de San Jerónimo, en las inmediaciones al Congreso de los Diputados, donde se sentaron al grito de "este edificio es del pueblo". Después se desplazaron, por el paseo del Prado, hasta la parte de atrás de la cámara. Un fuerte despliegue policial protegía el perímetro del edificio mientras los manifestantes recordaban a los agentes que "los domingos no se trabaja". Amenazaban con quedarse. "¿Habéis traído chaqueta? Vamos a pasar la noche aquí", gritaban a las decenas de policías presentes, de brazos cruzados. De allí, la mayoría regresó a Sol, donde varios centenares de personas han celebrado asambleas y grupos de trabajo durante la noche, o al Paseo del Prado, donde han dormido.
Esta vez, el lema de la marcha era No es una crisis, es el sistema o, en clave más poética, No es una crisis, es que ya no te quiero. En un ambiente pacífico y festivo, los asistentes (jóvenes, familias con hijos, músicos, ciclistas, un grupo a favor del pueblo sirio...) portaban cientos de pancartas con frases que se oyen en todas las concentraciones desde el pasado 15 de mayo: Dormíamos, despertamos, Un mundo sin muros, Parados, moveos, La banca al banquillo....
La marcha que partía de Atocha circuló interrumpida por numerosas paradas: una sentada frente al Ministerio de Sanidad, otra delante del Congreso de los diputados -donde un perímetro policial impedía que se acercasen-, abucheos frente al Ayuntamiento de Madrid, el Banco de España... Algunos pintaron la fachada de la sucursal de un banco Santander en la confluencia de la calle de Alcalá y la Gran Vía. Un numeroso grupo, además, rompió el trayecto programado y accedió a la Puerta del Sol por la calle Preciados en lugar de por Alcalá.
Con esta protesta acaba una marcha a Madrid de 34 días desde distintos puntos de España, en los que han explicado las razones del Movimiento 15-M y celebrado asambleas para recoger las demandas de los ciudadanos. Para corresponder a los aproximadamente 550 peregrinos que desde el viernes fueron entrando a pie en Madrid, las asambleas de los barrios de la Comunidad les recibieron con los brazos abiertos, agua y comida. En algunos lugares, como Villa de Vallecas, les ofrecieron masajes para que se sintieran frescos en la víspera de la marcha final.
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