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Un 4-4 para PSOE-PP que de seguro no se repetirá…

Un 4-4 para PSOE-PP que de seguro no se repetirá…

Ocho escaños para cuatro partidos

Los grupos asturianos planifican ya la precampaña con muchos aspirantes a entrar en las listas

PSOE y PP se preparan para resistir el envite de Cascos, mientras IU se marca como reto recuperar su diputado por Asturias

Foto: Los actuales parlamentarios asturianos Celestino Suárez, Carmen Rodríguez Maniega, Jaime Reinares, Pilar Fernández Pardo, Isidro Fernández Rozada, Álvaro Cuesta, María Luisa Carcedo y Mariví Monteserín.

31.07.11 - A. SUÁREZ | OVIEDO, en El Comercio.

Pudiera parecer, estando las vacaciones de verano de por medio, que para las elecciones del 20 de noviembre queda un mundo, pero no es así. Menos de cuatro meses, un suspiro para unos partidos políticos que, aunque conocedores desde hace tiempo de la posibilidad del adelanto de los comicios, viven todavía la resaca de las autonómicas y municipales. Así sucede en Asturias, con el PSOE y el PP intentando recuperarse del golpe, mientras Foro trata de prolongar a las generales su éxito regional. Las cuatro organizaciones en liza, con IU pugnando por volver al Congreso, vuelven a engrasar sus maquinarias para pelear por los ocho escaños a repartir. Por delante, el reto de confeccionar unas listas con pocos sitios y muchos aspirantes, un proceso que augura tensiones.

La irrupción de Francisco Álvarez-Cascos ha dado un vuelco al panorama político regional y nadie duda de que también tendrá impacto en el reparto de los ocho escaños en juego en el Congreso y los cuatro del Senado. Tanto PSOE como PP, que hasta ahora se repartían a partes iguales ese botín electoral, cuatro para cada uno, asumen que la nueva formación le dará un mordisco a esa representación. La cuestión es ver de qué tamaño. Socialistas y populares ven difícil que Foro traslade a Madrid el resultado de Asturias. Foro, rebosante de optimismo, aspira a ganar y lograr los cinco parlamentarios que permiten conformar un grupo propio.

Quienes a priori afrontan con mayores dificultades el 20-N son los populares asturianos. Son quienes más se han visto afectados por el 'efecto Cascos' -de 20 a 10 escaños en la Junta General- y quienes más tienen que perder ahora. De ahí que perfilen una estrategia para combatir ese escenario aparentemente negativo.

Según las fuentes consultadas por este periódico, el objetivo es reforzar en la medida de lo posible el perfil nacional de estos comicios. Esto es, plantearlos como un cara a cara directo entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, una pelea exclusivamente entre ambos por La Moncloa, intentando así presentar la opción de Cascos como un voto inútil en términos nacionales.

A partir de este argumento, en el PP asturiano se quita importancia a quién sea el cabeza de lista, a que sea alguien ya conocido o una cara fresca. «Aquí lo que se vota es a Rajoy o a Rubalcaba, no al número uno por Asturias», sostienen estas fuentes.

Cambios

Sea como sea, hay pocas plazas -el partido cuenta con tener dos escaños o, en el mejor de los casos, tres- y muchos aspirantes. Y se prevén cambios. Se renovará el cabeza de lista, tras la espantada de Gabino de Lorenzo en 2008, cuando no llegó a tomar posesión tras el batacazo electoral. Y las fuentes consultadas ven difícil que quienes le sucedían en la lista continúen. En el caso de Isidro Fernández Rozada, al margen de por su respaldo a Cascos en los momentos de fractura interna en el PP, por la «conveniencia» de introducir un punto de renovación. Y en el de Pilar Fernández Pardo, porque la dirección regional no olvida su decisión de permitir a Foro asumir la Alcaldía de Gijón, obviando la orden contraria transmitida desde Oviedo.

El partido todavía no ha decidido quién entrará, pero suena repetidamente la posibilidad de que su presidente regional, Ovidio Sánchez, aspire a encabezar la lista al Congreso. Fuera de la Junta y del Senado, se ha quedado sin cargo institucional alguno, un argumento que puede esgrimir ante la dirección nacional en defensa de su candidatura. Hay que tener en cuenta, eso sí, que en la confección de la lista el criterio territorial pesa, y mucho. Esto es, que lo que tengan que decir las organizaciones locales de Oviedo, Gijón y Avilés será clave. En el PP hay quien apunta, además, que Sánchez estaría más interesado en ejercer como delegado del Gobierno en caso de que Mariano Rajoy ganase las elecciones.

El PSOE también encara un panorama complejo. Es evidente que la crisis económica y su gestión, que ya fue una variable clave en las autonómicas, también jugará en su contra en las generales. La necesidad de movilizar al votante abstencionista disconforme con la política de José Luis Rodríguez Zapatero y de recuperar a quienes en las autonómicas decidieron dar un giro copernicano y respaldaron a Cascos es imperiosa.

¿Cómo conseguirlo? La estrategia pasará por varias líneas de trabajo. Una primera, potenciar desde Asturias la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba como valor político en alza, contraponiéndolo con los malos datos que en valoración personal cosecha Rajoy. Además, incidir en el proyecto político socialista y en su apuesta por el capítulo social y el impulso de un nuevo modelo económico, dentro de ese giro a la izquierda que parece haber dado Rubalcaba, frente a los recortes y las privatizaciones que, se advierte, traerá el PP si gobierna. Y, por último, defender el esfuerzo inversor del Estado en Asturias en estos últimos siete años largos, «el más importante» de la historia.

Varias alternativas

Tampoco los socialistas, cuya campaña estará coordinada por el secretario de Organización, Jesús Gutiérrez, lo tendrán fácil a la hora de hacer las listas. La posibilidad de caer de cuatro a tres escaños se ve como más que posible, lo que aprieta las cosas. Y obliga a elegir y descartar.

A día de hoy no hay nada claro y el asunto se abordará al regreso de las vacaciones. Hay quien apuesta por dar continuidad al equipo actual, con Álvaro Cuesta como cabeza de lista, que en 2008 obtuvo una victoria arrolladora sobre el alcalde de Oviedo. «En el PSOE, cuando quitas a alguien de una lista debes dar una explicación. ¿Y cómo explicas que te cargas a quien en los últimos comicios obtuvo un triunfo tan amplio?», inquiere un dirigente socialista. Quienes sostienen esta tesis ven factible la continuidad de Mariví Monteserín, una de las portavoces adjuntas, y la subida en el escalafón de Hugo Morán, figura emergente y miembro de la ejecutiva federal.

También hay, sin embargo, quien habla de relevos. Se comenta la posibilidad de que María Luisa Carcedo, que fue diputada pero renunció para entrar en el Gobierno, ocupe el número uno. Y también suena el retorno a la primera línea del ex presidente del Principado Vicente Álvarez Areces. Quienes defienden esta posibilidad le ven como la persona ideal para una campaña muy intensa en la que combatir a una personalidad tan acusada como la de Cascos.

A este respecto, y según ha podido saber este periódico en fuentes de la dirección federal, el propio Rubalcaba ha dejado entrever su interés por contar con Areces para su proyecto político, por su «solvencia y experiencia», aunque sin especificar para qué responsabilidades concretas.

Foro, mientras, concurre a los comicios con renovadas ilusiones tras el éxito del 22-M. El partido de Cascos no quiere dejar correr el tiempo y ha convocado para este martes una convención electoral en la que la dirección del partido y los promotores locales planificarán una precampaña que ya está lanzada.

Foro remite tanto el debate de listas como el programático a septiembre pero sí tiene claros los objetivos. Ahondará en el discurso regionalista esgrimido por Cascos, centrado en cuestionar la marginación que viene sufriendo Asturias por parte del Ejecutivo nacional. La intención es conseguir el peso necesario para que los votos de los asturianos «sean decisivos en Madrid». Es decir, «hacernos valer» en la política nacional.

IU busca su sitio

En esta pelea de gigantes terciará IU, optimista ante la oportunidad de recuperar su histórico diputado por Asturias. La coalición juega con la baza del nuevo reparto de escaños al ser cuatro y no tres las fuerzas en liza, y volcará sus esfuerzos en reforzar su perfil social y de izquierda para movilizar al abstencionista y atraer al socialista desencantado. «Mientras PSOE y PP plantearán el debate de la R, Rajoy o Rubalcaba», sostienen en IU, «el nuestro será el de la P: paro, precariedad y protección social».

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