El impacto de la crisis en las administraciones locales

Las cuentas de los ayuntamientos empeoran y algunos ya frenan el pago de sus nóminas

La demora en los abonos a los proveedores ya alcanza el año en muchos consistorios, cuando la ley de morosidad prohíbe que supere los 50 días

Oviedo, R. AJA / J. E. MENCÍA, en La Nueva España

Los aleteos de la crisis internacional provocan también su particular huracán en las administraciones locales asturianas. La situación económica de los ayuntamientos se ha agravado durante los meses, hasta el punto de que varios consistorios han frenado incluso el pago de nóminas. En Cabrales, el Ayuntamiento no ha podido pagar la paga extra de verano a sus funcionarios. En Cangas del Narcea, el gobierno ha decidido fraccionar el pago en tres mensualidades. El dinero no daba para hacer frente a las nóminas y a la organización de las fiestas. En El Franco también se dejaron de pagar nóminas y pagas extra, aunque en este municipio la situación se achacó a la falta de un responsable de tesorería, extremo que ya se ha subsanado.

Otro de los índices que dan idea de la situación económica de algunos municipios es el de la demora del pago a proveedores. Los objetivos para cumplir la ley de morosidad, que entró en vigor hace poco más de un año, establecen que las administraciones públicas deben hacer frente a sus pagos en un máximo de cincuenta días. Ése es el margen para este año. En 2012 deben pagar en cuarenta días y a partir del 1 de enero de 2013, en un máximo de treinta días. Pues bien, muchos ayuntamientos registran ya demoras en el pago a proveedores que rondan el año.

José Antonio Pérez Prieto, alcalde de Cabrales por Foro Asturias Ciudadanos, no duda en asegurar que la situación económica es el gran problema de su concejo y alerta de que superado el mes de julio «no se han podido pagar aún las pagas extra de verano a los trabajadores». Pérez Prieto culpa de la situación al anterior gobierno del PSOE.

La situación no promete mejorar, al menos de inmediato. Antonio de Luis Solar, alcalde de Pravia y próximo presidente de la Federación Asturiana de Concejos, explica que los ayuntamientos esperan aún una mayor reducción de los ingresos que reciben del Estado con vistas al próximo año. El motivo: «Habrá que detraer las devoluciones correspondientes a los años que se acaban de liquidar», señala De Luis. El regidor praviano apunta que la situación económica es más dura en los municipios pequeños y medianos, que registran menos deuda, pero que también tienen menos capacidad de autofinanciación y deben afrontar el coste de servicios básicos. Para el pago a proveedores, De Luis defiende, igual que ya hiciera días atrás, la posibilidad de que los consistorios acudan a préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), una ventana abierta por el Ministerio de Economía para permitir la entrada de dinero fresco que mitigue momentáneamente la situación.

Las «sorpresas» contables que están encontrando los nuevos gobiernos, según sus propias denuncias, añaden picante a la difícil situación económica de los consistorios. El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, encargó una auditoría para conocer el verdadero estado de las arcas municipales. Las primeras impresiones que transmitió el gobierno mierense es que las deudas son muy superiores a lo que se esperaba. Ayer sucedió lo mismo en el Ayuntamiento de Corvera. El alcalde, José Luis Vega, denuncia un desfase económico del que culpa a sus antecesores.

Suspender obras, reducir alumbrado y los días de fiesta, medidas para evitar la quiebra

Oviedo, en La Nueva España

Recortes de horario en el servicio de alumbrado público, menos días de fiestas patronales, reducción de subvenciones y supresión de eventos, actos y premios culturales, y, por supuesto, eliminación de inversiones. Ésas son algunas de las medidas que ya están poniendo en práctica los ayuntamientos para hacer frente a las apreturas económicas. José Manuel Fernández, alcalde de Peñamellera Baja, explica que hay «agobio económico, aunque nosotros, por suerte, no estamos tan mal porque llevamos años ya reajustando las contrataciones, siendo austeros en personal, recortando en fiestas y eventos, y sin hacer nada extraordinario». «Hay que recortar gastos al máximo porque la inversión va a ser casi nula; para hacer inversiones será necesario ahorrar, y ahora no hay ahorro», explican desde la Federación Asturiana de Concejos.

Los ayuntamientos quieren tratar de librar el chaparrón económico con esas medidas sin tener que tocar servicios. Mientras tanto, enfrente, esperan decenas de pequeñas y medianas empresas que a su vez sufren las penurias financieras de la Administración en forma de facturas impagadas. «Las empresas no denuncian muchos casos porque temen quedar sin cobrar o pasar a ser los últimos de la fila, pero hay profesionales que no saben si aguantarán con su sociedad hasta que llegue el momento de cobrar. Con la Administración parece seguro que se cobra aunque, si no sabes cuándo, tampoco ayuda mucho, bueno, se cobra si no hay quiebra», señalan fuentes empresariales. La advertencia no es gratuita. Para muestra, un botón. El Ayuntamiento de Moyá (Barcelona) se acaba de declarar en quiebra al no poder pagar sus nóminas. Moratalla (Murcia), Palomares (Almería), Huévar de Aljarafe (Sevilla) y un largo etcétera de municipios también tienen serios problemas.