Una situación favorecida por la escasa rigurosidad de los controles de los fondos de reactivación
Las empresas que recortan empleo en las Cuencas obtuvieron 30 millones para crearlo
Las grandes compañías que han enviado al paro a cerca de 750 trabajadores con la crisis se beneficiaron de los fondos mineros en los últimos años
Foto: Trabajadores regulados vigilan la planta de Ascamon en el polígono de Riaño II para evitar que se lleven la maquinaria.
Langreo / Mieres, Pablo CASTAÑO, en La Nueva España
Las grandes empresas de las Cuencas que han regulado o destruido empleo durante los últimos meses obtuvieron casi 30 millones de euros de fondos mineros para crearlo o consolidarlo. A esas ayudas hay que sumar, en la mayor parte de los casos, participaciones públicas (ya sea a través de los organismos del Principado o de la empresa estatal Hunosa, como Sadim, Sodeco o Idepa) y cuantiosas subvenciones del Instituto para la Reestructación de la Minería del Carbón para la formación de los empleados.
Todas las grandes compañías que han tramitado expedientes de regulación en los valles del Nalón y el Caudal al calor de la crisis o que se han acogido a concurso de acreedores recibieron anteriormente importantes inyecciones de fondos mineros para crear empleo. Estas empresas han enviado temporalmente o definitivamente en la mayoría de los casos al paro a cerca de 750 trabajadores. Ante esta situación, los sindicatos mineros ya han destacado la necesidad de establecer cambios en el modelo de gestión de las ayudas del plan del carbón y la aplicación de mayores controles sobre el dinero de la reactivación.
La empresa de las Cuencas que más fondos mineros captó para generar empleo fue Alas Aluminium. La aluminera de Ciaño logró 13.534.466 euros de las convocatorias de 2005 y 2006 de las ayudas empresariales del Plan de la Minería y llegó a tener 270 trabajadores. Ahora la empresa está en vías de liquidación y 258 trabajadores han sido despedidos. El resto de la plantilla, 28 empleados, está regulada de empleo y podría correr la misma suerte si no surge un comprador antes de diciembre. En su caída, Alas Aluminium ha arrastrado a Kerkus Metals, empresa de Mieres en la que participaba y que era su principal suministradora de materia prima (tochos de aluminio para a fabricación de perfiles). Kerkus, que había recibido 3.483.360 euros de fondos mineros para ponerse en marcha en 2008, ya ha aplicado dos expedientes de regulación de empleo para los 39 operarios de su plantilla y ahora negocia otro que incluye 17 despidos y 22 suspensiones temporales.
Otras empresas que recibieron fondos mineros están en liquidación y han despedido a todos sus trabajadores. Es el caso de la farmacéutica Diasa, que recibió 3.470.006 euros de los fondos mineros de 2001 y 2002 para generar 90 empleos en la factoría de Turón o de Venturo XXI, empresa de cartografía de San Martín del Rey Aurelio a la que el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón concedió 1.637.777 euros de los fondos de 2005 para generar 73 empleos. Ahora, el organismo dependiente del Ministerio de Industria ha iniciado los trámites para reclamar a Venturo XXI, en el marco del concurso de acreedores, la devolución de las ayudas al no cumplir los compromisos de mantenimiento de la inversión y de empleo. El Instituto del Carbón también hizo lo propio con la panificadora industrial Friovivo de Lena, que había obtenido 466.065 euros de fondos mineros y dejó en la calle a sus más de 40 empleados.
Empresas históricas de las Cuencas, como las filiales de Duro Felguera en Langreo, también se beneficiaron de los fondos mineros para mantener su empleo y han llevado a a cabo en los últimos meses recortes. Felguera Construcciones Mecánicas, que obtuvo casi dos millones de fondos mineros, aplicó un plan de ajuste que redujo la plantilla de 142 a 69 trabajadores por medio de prejubilaciones y traslados principalmente.
También en el sector del metal, la empresa langreana Asturiana de Calderería y Montaje, Ascamon, ha entrado en concurso de acreedores y ha planteado un expediente de extinción de empleo para los 70 trabajadores que quedaban en la plantilla. En julio, la dirección ya había acordado con los empleados un ERE temporal de carácter rotatoria para 80 de los 120 trabajadores que tenía entonces. Esta compañía, ubicada en el polígono de Riaño II, había obtenido más 533.000 euros de fondos mineros por la creación de 120 empleos.
Otra empresa que también ha entrado en concurso de acreedores y que está ubicada en Riaño II es Ingeniería Asturiana Termoeléctrica, la firma que comercializa sus productos de climatización bajo la marca Acesol. Esta compañía había obtenido casi 560.000 euros en ayudas de fondos mineros de los años 1998, 2007 y 2009.
Mayor cuantía de los fondos de reactivación obtuvo Laminados Aller, empresa de Caborana dedicada a la fabricación de vidrio de automoción. En concreto recibió cerca de 4,5 millones de euros de los fondos mineros de 2005, 2009 y 2010 para crear 55 empleos. El pasado mes la dirección de la empresa acordó con los sindicatos un ERE de un año que afecta de forma rotatoria a los 58 trabajadores de la planta y que incluye un máximo de 10 bajas incentivadas.
Además de estas empresas, otras compañías que recibieron fondos mineros también aplicaron EREs durante los últimos tiempos aunque salieron del bache. Es el caso de Rioglass, que captó 9.318.219 euros de las convocatorias de 2000, 2001 y 2002 para generar 180 puestos de trabajo y durante los últimos años ha puesto en marcha tres EREs; Perfilados del Norte, ubicada en Caborana, que logró 3.379.427 euros de las convocatorias de 2004 y 2007 de los fondos y puso en marcha un ERE que afectó a 21 trabajadores; la multinacional Vesuvius, que obtuvo 657.077 euros de las convocatorias de 1998 y 2007 para consolidar empleos en su planta de Langreo y aplicó un ERE que afecto a 80 trabajadores; el grupo Llaneza, que obtuvo 320.000 euros de los fondos de 2005 para su filial Perfiles del Principado en Riaño y puso en marcha un ERE que afectó a 33 trabajadores; Inbulnes, ubicada en Mieres, que captó 867.386 euros de 2001 y 2002 y acordó un expediente para 40 trabajadores, y Astersa, también de Mieres, que captó 400.556 euros de los fondos de 2006 y encadenó dos EREs que afectaron a 17 empleados.
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