La realidad del desmantelamiento de la Ley de Dependencia vista desde cerca
«Uso una silla de ruedas, pero según Sanidad ya no soy dependiente»
Sila Murillo es una de las 8.000 asturianas que perderá a su cuidador familiar si a partir del 1 de septiembre no paga ella su Seguridad Social
03.08.12 - CHELO TUYA | GIJÓN, en El Comercio.
«Uso silla de ruedas y, claro, necesito ayuda para vivir, pero según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ya no soy dependiente». Sila Murillo, presidenta de Amdas La Fonte, la asociación asturiana de mujeres con discapacidad está enfadada. Muy enfadada. Ayer recibió en su domicilio una carta del Gobierno central en la que se le advierte que su actual cuidador familiar «que cobra 120 euros, tengo que decirlo, sólo 120 euros», dejará de serlo el próximo 31 de agosto.
Según explica la misiva oficial, «el próximo 31 de agosto el convenio especial que tiene suscrito como cuidador no profesional de persona en situación de dependencia se extinguirá», tal y como figura en el decreto de 13 de julio, el que reforma por completo la Ley de la Dependencia. Ofrece el Gobierno central continuar con el servicio si el beneficiario «asume el 85% de la cuota de alta en la Seguridad Social», algo que, afirma Murillo, «muchísimas personas no podrán hacer».
Porque una carta como esa ha llegado ayer a más de 8.000 hogares asturianos. A tantos como cuidadores familiares de personas en situación de dependencia hay en la región. Para todos ellos, el 31 de agosto será último día en que la Administración del Estado les pague su cotización en la Seguridad Social. Para todos, el 1 de septiembre vendrá, además, con un recorte del 15% en el salario.
Tal y como ayer adelantó EL COMERCIO, la directora general de Atención a la Dependencia, Clara Costales, avanzó que «a este paso, el cuidador familiar va a tener que pagar por trabajar», ya que de una paga media de 300 euros, que ahora se verá reducida un 15%, tendrá que sacar el dinero para pagar su alta en la Seguridad Social.
Pero no serán los únicos recortes. Sila Murillo quiso alzar ayer la voz en protesta «por todos los ataques que estamos sufriendo las personas con dependencia». Porque, aseguró, «no es sólo que, de un plumazo, el ministerio me ha dejado, nos ha dejado a todos, fuera de la Ley de la Dependencia», sino que «el copago de los medicamentos nos afecta mucho más».
Porque este mismo mes, medicamentos básicos para personas con dependencia -como inhaladores, sondas, lubricantes, pañales- «ya no nos resultan gratuitos, sino que hemos tenido que pagar», un coste que, explicó Murillo, «es muy elevado, ya que son productos de mucho consumo».
«Tenemos que movilizarnos»
Así, aseguró que «un gran dependiente que necesite, por ejemplo, pañales, tiene un consumo elevado de ellos cada día. Si el paquete cuesta más de cuatro euros, a partir de ahora en lugar de cambiarse cuando lo necesite, tendrá que espaciar los cambios».
Lo mismo ocurre, explicó, «con productos de los que no se habla habitualmente, pero que para las personas son básicos como los lubricantes y las sondas. O las bolsas para recoger la orina. A partir de ahora, muchos grandes afectados no podrán pagarlos, algo que nos lleva muchos años atrás». Por ese motivo, la presidenta de Amdas La Fonte apuntó la necesidad «de movilizarnos. No podemos dejar que nos hagan esto».
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