El caso se suma al de Belén, de 11 años y encinta de 14 semanas
El drama de otra niña violada aviva el debate del aborto en Chile
La menor, de 14 años, fue agredida por su padre desde los siete.
Su bebé nació en octubre y está en un centro para niños con desnutrición.
Rodrigo Cea, Santiago de Chile, en El País.
Belén no está sola. Hay muchas belenes. Y no solo en Chile, en todo el mundo. Menores, apenas niñas, violadas, que afrontan la maternidad. Chiquillas agredidas, en muchas ocasiones por sus padres, padrastros o familiares. Tras saltar a la luz el caso de la pequeña chilena de 11 años agredida sexualmente por su padrastro y encinta, quien deberá seguir adelante con su embarazo si su país no modifica el veto total al aborto, se ha dado a conocer otra historia dramática: una menor de 13 años dio a luz en octubre pasado al hijo que concibió por las violaciones de su padre. El hombre abusaba de la niña, a la que se conoce con el nombre supuesto de María, desde que esta tenía siete años. La familia de la menor, como explicó su madre ayer, decidió que tuviera al niño. El bebé lleva seis meses internado en un centro especializado en menores con problemas de desnutrición.
“Decidimos quedarnos con el bebé porque aquí hay un solo culpable. Él es el que tiene que pagar”, dijo la madre de la pequeña en una entrevista con el canal estatal. “Él [por su exmarido] sigue libre y es obvio que está haciendo daño a más niños”, apuntó la mujer. El padre de María está en libertad a la espera de juicio por violaciones reiteradas. El proceso comenzará dentro de un mes.
La historia de María se suma así a la de Belén --cuyo agresor, su padrastro, se encuentra detenido y acusado de violación-- ha encendido un fuerte debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo, una intervención médica prohibida por ley desde 1989 en cualquier circunstancia; incluida la violación en menores o el aborto terapéutico. La pequeña Belén está embarazada de 14 semanas y aunque su familia todavía no se ha pronunciado sobre qué desea hacer –una intención limitada, por otra parte, por la estricta ley— fue su abuela quien acudió a la policía a denunciar al agresor; mientras que su madre defendió que las relaciones entre ambos –que se sucedían desde hacía dos años—eran “consentidas”. En Chile, la edad mínima de consentimiento sexual se sitúa en 14 años –en España son 13 aunque el Gobierno prepara una reforma para subirlo a los 16--.
En ese país americano, unas 38 menores son víctimas de abusos o de violaciones al día, según un estudio realizado en 2011 por la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional de Chile. Son el colectivo más afectado de las alrededor de 17 violaciones y 34 casos de abusos sexuales que se estima que se producen cada día. En este país la tasa de embarazo adolescente está en el 14,42%. En 2012, según datos del Ministerio de Salud, 873 menores de 14 años fueron madres en Chile (son un 0,36% de todos los nacidos vivos ese año).
Al igual que en El Salvador, Honduras, República Dominicana, Surinam y Nicaragua, en Chile la interrupción voluntaria del embarazo está absolutamente prohibida. La norma fue establecida en 1989 durante los últimos meses de la dictadura de Augusto Pinochet. Los casos de Belén y de María han llegado justo en plena campaña electoral; algo que, además de avivar el debate, puede obligar a ambos candidatos a pronunciarse sobre una posible despenalización.
A la espera de que el Presidente Sebastián Piñera hable del tema, algunos candidatos a la presidencia han comenzado a manifestarse a favor de despenalizar el aborto en casos de violación. Aunque no mencionó explícitamente el caso, el viernes, en su cuenta oficial de Twittr, la expresidenta Michelle Bachelet –quien dirigía hasta hace marzo pasado ONU Mujeres y favorita en todas las encuestas para ganar los comicios de noviembre próximo–, recordó que está favor de legalizar el aborto en casos de violación, riesgo para la salud de la mujer o anomalías fetales.
Lo mismo señaló el candidato del Partido Progresista Marco Enríquez-Ominami, quien llamó al resto de los postulantes a La Moneda a dar a conocer su postura frente a ambos casos.
Las organizaciones de mujeres y de derechos civiles han emprendido una campaña en las redes sociales para pedir la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
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