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Defensa de la Sanidad Pública no se siente representada por el Foro de la Profesión, ni en el Pacto con Sanidad
Foto.- Ninguno de ellos nos representa…
MADRID, EUROPA PRESS
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) no se siente representada por los Foros de la Profesión Médica y de Enfermería, y, por tanto, se muestra en contra del reciente pacto firmado con el Ministerio de Sanidad.
Por ello ha puesto en marcha una campaña de adhesión en Change.org donde pide a los trabajadores y profesionales de la Sanidad que expresen si nos se ven "representados" su rechazo a dicho pacto, que "perjudica claramente al Sistema Público de Salud".
Para la FADSP dichos acuerdos están realizados por entidades no representativas, adoptados sin consultar a los implicados y que suponen un apoyo a la política de privatizaciones, recortes y deterioro de la Sanidad Pública del PP.
En su opinión, la verdadera finalidad de este pacto es crear microempresas dentro de los centros para competir entre si, en el marco legal de un mercado sanitario mixto (público y privado), financiado esencialmente con fondos públicos; y establecer alianzas y acuerdos con otras empresas del mismo o de diferentes centros sanitarios para desarrollar sus estrategias empresariales.
"Esto permite dar entrada al capital privado de empresas, a los laboratorios farmacéuticos, a las industrias de electro-medicina sanitaria, en la provisión y gestión de servicios sanitarios", explican.
Por otra parte, sostienen que entre las repercusiones de dicho acuerdo se puede encontrar el que el personal de las futuras Unidades de Gestión Clínica "no podrá mantener las garantías jurídicas y laborales que brinda el Estatuto Marco y deberá amparase en el derecho laboral para trabajar en las mismas"; asimismo, cree que se pretende la descentralización administrativa y funcional de los servicios sanitarios.
Al parecer, continúa, la finalidad sería "fragmentar los centros sanitario públicos y crear unidades que integren recursos y profesionales de diferentes especialidades, disciplinas y niveles asistenciales, pero dando entrada al capital, empresas y profesionales del sector privado con el objetivo de generar beneficios económicos y facilitar la posibilidad de apropiárselos, a quienes participen en ellas y las gestionen".
Entre las consecuencias que prevé podría producirse, además del "desmantelamiento del sistema sanitario", destaca el "deterioro de los derechos de los profesionales", el "desmantelamiento del nivel de Atención Primaria"; un aumento de los costes del sistema sanitario y trabas de acceso a determinados servicios a los pacientes con patologías no rentables.
Además, abre las puertas a la privatización del sistema sanitario ya que "se le da la oportunidad a empresas privadas de intervenir e influir de manera directa en las decisiones sobre: qué hacer, cómo, quién y con qué, en las patologías más prevalentes".
Finalmente, advierte, "supone una gran oportunidad de negocio para el sector privado en el tratamiento de determinadas patologías: cáncer, enfermedades coronarias y respiratorias, etc., favoreciendo que la utilización de recursos diagnósticos de alta tecnología y de tratamientos de elevado coste".
PROFESIONALES Y TRABAJADORES DE LA SANIDAD ANTE EL PACTO ENTRE LOS AUTODENOMINADOS “FOROS PROFESIONALES” Y EL MINISTERIO DE SANIDAD
El Ministerio de Sanidad y los denominado «Foros de la Profesión Médica y de Enfermería» han llegado recientemente a un acuerdo que establece distintas medidas que perjudican claramente al Sistema Público de Salud y a nuestra relación laboral:
La finalidad de este pacto es:
– Crear microempresas dentro de los centros para competir entre si, en el marco legal de un mercado sanitario mixto (público y privado), financiado esencialmente con fondos públicos.
– Establecer alianzas y acuerdos con otras empresas del mismo o de diferentes centros sanitarios para desarrollar sus estrategias empresariales. Esto permite dar entrada al capital privado de empresas, a los laboratorios farmacéuticos, a las industrias de electro-medicina sanitaria, en la provisión y gestión de servicios sanitarios.
Repercusiones generales:
1- El personal de las futuras Unidades de Gestión Clínica no podrá mantener las garantías jurídicas y laborales que brinda el Estatuto Marco y deberá amparase en el derecho laboral para trabajar en las mismas, paso necesario para que éstas se constituyan en empresas autónomas con personalidad jurídica propia (acogiéndose a diferentes fórmulas jurídicas: como fundaciones, consorcios etc.), propias del modelo empresarial con participación del sector privado.
2- Se pretende la descentralización administrativa y funcional de los servicios sanitarios con la finalidad de fragmentar los centros sanitario públicos y crear unidades que integren recursos y profesionales de diferentes especialidades, disciplinas y niveles asistenciales, pero dando entrada al capital, empresas y profesionales del sector privado con el objetivo de generar beneficios económicos y facilitar la posibilidad de apropiárselos, a quienes participen en ellas y las gestionen.
Consecuencias previsibles:
1. Desmantelamiento del sistema sanitario que se fragmentaría en múltiples parcelas de poder y negocio con participación del capital privado y de grupos empresariales.
2. Deterioro de los derechos de los profesionales que perderían las garantías del Estatuto del Personal (estabilidad, seguridad y libertad de decisión).
3. Desmantelamiento del nivel de Atención Primaria para crear las Áreas de Gestión Integrada (las Gerencias de AP están siendo sustituidas por Direcciones de Procesos Asistenciales). Esto supone que “el nivel primario de atención” quede sometido a los intereses de las Gerencias de los hospitales para los que éste ámbito de atención pasaría a realizar la función de puerta de entrada al Sistema Sanitario, seleccionando los pacientes por su complejidad.
4. Aumento de los costes del sistema sanitario (costes burocrático-administrativos) vinculados a la trasformación de las unidades y servicios en empresas autónomas (facturación etc.).
5. Trabas de acceso a determinados servicios a los pacientes con patologías no rentables, -selección de riesgos-, por estas empresas que tienen la oportunidad de apropiarse de los beneficios económicos que se generen.
6. Abre las puertas a la privatización del sistema sanitario ya que se le da la oportunidad a empresas privadas de intervenir e influir de manera directa en las decisiones sobre: qué hacer, cómo, quién y con qué, en las patologías más prevalentes.
7. Supone una gran oportunidad de negocio para el sector privado en el tratamiento de determinadas patologías: cáncer, enfermedades coronarias y respiratorias, etc., favoreciendo que la utilización de recursos diagnósticos de alta tecnología y de tratamientos de elevado coste.
La evolución de las reformas del NHS de la Sra Thatcher y la producida en otros países nos indican, que el primer paso en las contrarreformas privatizadoras de los sistemas sanitarios públicos tienen como objetivo la ruptura de la red pública en microempresas y la introducción de los criterios de mercado en la atención sanitaria. Después y de manera progresiva las empresas privadas irían, como así ha sucedido en Gran Bretaña, ganando espacio y negocio en el sector y haciéndose con un porcentaje cada vez mayor del mismo.
Sabemos cual es el horizonte y la intencionalidad de quienes hoy formulan unas propuestas aparentemente suaves, poco relevantes, sin embargo, sus objetivos son conocidos: desestructurar el sistema sanitario público y romper su carácter integrador y de colaboración entre profesionales, niveles asistenciales y servicios.
Por todo lo expuesto, por la ausencia de transparencia y participación de la mayoría de los profesionales y trabajadores sanitarios, rechazamos su contenido y la firma de este pacto.
Los/as profesionales y trabajadores/as sanitarios/as abajo firmantes NO NOS SENTIMOS REPRESENTADOS Y RECHAZAMOS ESTE PACTO
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