De la realidad regional en la EPA y de los objetivos del gobierno central

La crisis destruye en dos años 50.000 empleos y eleva el paro regional un 82,7%

La última EPA cuantificó 68.900 desempleados en Asturias frente a los 37.700 desocupados que había al finalizar el tercer trimestre de 2008

Foto: Valeriano Gómez conversa con Cándido Méndez el sábado en el homenaje a Marcelino Camacho.

02.11.10 - J. C. VILLAR | GIJÓN, en El Comercio.

La última Encuesta de Población Activa (EPA) desveló que el mercado laboral asturiano se está comportando mejor que la media nacional en todos los parámetros -ocupación, tasa de empleo, tasa de paro...-. Sin embargo, este hecho no esconde que la crisis económica está siendo tan intensa que está removiendo los cimientos del empleo hasta situar las cifras de paro en niveles desconocidos. En apenas dos años, en efecto, el desempleo ha aumentado un 82,75% al pasar de 37.700 parados a 68.900. Esto supone un aumento, en términos absolutos, de 31.200 desempleados.

Estos niveles de desempleo, no obstante, se alejan bastante de los registrados en el primer trimestre de 2010 cuando la EPA había desvelado 80.100 parados en la región, el nivel más alto alcanzado en dos años de crisis económica. En el conjunto del país, en este mismo periodo el paro creció un 76%, porcentaje que en número absolutos supone un aumento de los desocupados en 1.975.900 personas hasta alcanzar los 4,6 millones.

La destrucción de empleo ha alcanzado niveles dramáticos en estos veinticuatro meses de crisis. Según la EPA, al finalzar el tercer trimestre de 2008 trabajaban en la región 463.300 personas mientras que en en septiembre pasado eran 413.400. La diferencia entre ambas cifras nos indica que se han destruido 49.900 puestos de trabajo.

La pérdida de empleo es tan extrema que supone que en dos años se han destruido el 62% de todos los empleos creados en la última década, si tomamos como referencia los 80.000 puestos que, según dijo el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, en el debate sobre el estado de la región, se habían generado en la región en el periodo 2000-2010.

¿Dónde se ha concentrado la destrucción del empleo? Básicamente en la industria y en la construcción, los dos grandes sectores más afectados por el desplome de la actividad económica. El sector industrial, que representa alrededor del 25% del Producto Interior Bruto (PIB), perdió 15.300 ocupados, un 20,07% de trabajadores. Y en la construcción se destruyeron 13.300 puestos de trabajo, el 25,2%, o la cuarta parte de sus efectivos laborales.

El sector servicios redujo el número de ocupados en 16.600 personas, la cifra más alta en términos absolutos, pero un 5,2% en términos relativos por el elevado peso de estas actividades en el empleo total de la región.

El sector primario -agricultura y pesca- también continuó con su lenta y permanente pérdida de empleo y en esos dos años el número de trabajadores decreció en 4.600 personas hasta las 15.700 personas.

En el conjunto del país, la industria destruyó 594.000 empleos, la construcción 745.100, el sector servicios 426.600, y la agricultura unos 33.000 puestos de trabajo.

España, por otro lado, tenía al finalizar el año pasado ocho de las doce regiones con mayor tasa de paro de los 27 países de la Unión Europea, según Eurostat. Son Canarias (26,2%), Andalucía (25,4%), Melilla (24,1%), Valencia (21,2%), Murcia (20,7%), Extremadura (20,5%), Ceuta (18,9%) y Castilla-La Mancha (18,.8%). El más alto está en la isla francesa de Reunión, con el 27,1%.

El Gobierno quiere sentar cuanto antes a la misma mesa a sindicatos y patronal

02.11.10 - JULIO DÍAZ DE ALDA | MADRID, en El Comercio.

El Gobierno se ha marcado como objetivo prioritario normalizar la relación entre los agentes sociales y acelerar en la medida de lo posible el diálogo entre sindicatos y patronal, en un momento complicado por el relevo pendiente en la cúpula de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y las advertencias de CC OO y UGT de un 'otoño caliente' repleto de movilizaciones contra la reforma laboral y la política económica del Ejecutivo.

El nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que estos días ultima la composición de su gabinete, recoge la 'patata caliente' que dejó Celestino Corbacho con la premisa de acercar posturas pero sin olvidar su responsabilidad. Gómez ya ha advertido que intentará lo indecible, pero «sin dejar de gobernar». La vallisoletana Maria Luz Rodríguez, consejera desde 2007 de Empleo del gobierno de Castilla-La Mancha, se perfila como uno de los grandes protagonistas de los próximos tiempos. Rodríguez se convierte hoy en la nueva secretaria de Estado de Empleo, cargo inédito en el gabinete Zapatero (hasta ahora, Empleo era una secretaría general), y desde el que le tocará lidiar a fondo con los agentes sociales.

La política social y laboral en España tiene muchos frentes abiertos, que prometen un escenario complicado, o al menos intenso, en los próximos meses. Dejando aparte la peliaguda reforma de las pensiones, a tratar en el Pacto de Toledo, Gómez y el propio 'hombre fuerte' del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, han subrayado su deseo de normalizar la situación y de sentar cuanto antes a la misma mesa a patronos y sindicatos, que han de abordar la reforma de la negociación colectiva. En principio, y salvo complicaciones, la agenda de Gómez contemplaría reuniones al efecto esta misma semana.

Uno de los grandes escollos es que los empresarios están inmersos en unas elecciones a la presidencia de la CEOE que no culminarán hasta diciembre.