Asturias está obligada a estudiar seriamente el recurso a los tribunales frente a este injustificado, arbitrario e inaceptable reparto
Montoro aprieta a Asturias con el déficit y premia a las comunidades que incumplen
Indignación en el Principado al obligarle Hacienda a repetir el ejercicio de ajuste de 2012, con un límite de exceso de gasto del 1,06% sobre el PIB
01.08.2013, Oviedo, Álvaro FAES, en La Nueva España.
El fantasma de un objetivo de déficit asimétrico se convirtió ayer en realidad cuando el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció que el 1,3% disponible para las autonomías se repartirá en 2013 de forma desigual. Asturias será la segunda región -tras Extremadura- con menos margen negativo a la hora de cerrar sus cuentas. El gobierno central toma como referencia el dato del curso pasado a la hora de fijar los límites individualizados y para el Principado ha situado la línea roja en el 1,06% de su Producto Interior Bruto, el mismo porcentaje conseguido en el último ejercicio.
La consejera asturiana del ramo, Dolores Carcedo, en Madrid para la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), votó en contra de la decisión de Montoro, igual que Cataluña, Canarias y Madrid, estos últimos los únicos con gobierno del PP que se opusieron a la decisión. Carcedo mostró su indignación a la salida del encuentro, calificando como sistema «subjetivo y perverso» que el Ministerio haya tomado como punto de partida la cifra de 2012. «Han cambiando las reglas sin ningún análisis previo discutido y comparado. No ha habido rigor», expresó tras la reunión, más allá de las nueve de la noche, a punto de emprender viaje de regreso a Asturias por carretera. La indignación de la consejera crece a la hora de analizar las formas. «No es admisible que la propuesta no la conociésemos hasta el mismo momento de la reunión, ni siquiera lo supimos en el encuentro preparatorio de la mañana. Tuvimos que espera a la tarde», explicó Dolores Carcedo telefónicamente a la salida del encuentro, en un edificio del Ministerio en la calle Alberto Alcocer.
Cristóbal Montoro garantizó que el déficit asimétrico se dará únicamente este año y que volverá a ser lineal en 2014, el 1% para todos.
Frente a la dureza con regiones como el Principado, Hacienda se ha mostrado flexible con las comunidades incumplidoras, las que en 2012 no pudieron ceñirse al 1,5% que entonces fue objetivo común. Las regiones del arco mediterráneo -Valencia (1,60%), Murcia (1,59%), Andalucía (1,58%), Cataluña (1,58) y Baleares (1,47%), disfrutarán de un límite para su déficit superior al 1,3% que da la media de todas las comunidades.
Asturias deberá por lo tanto afrontar un cierre de cuentas con un ajuste idéntico al del año pasado, aunque con algunas dificultades añadidas. Esta vez no contará con los 45 millones de la transferencia sanitaria que ingresó en 2012, «y eso son dos décima porcentuales», lamenta Carcedo. Tendrá que ausmir además que los intereses de la deuda supondrán 70 millones más que el curso pasado.
El consejero madrileño del ramo, Enrique Ossorio, considera que con este acuerdo, «la ley de Estabilidad Presupuestaria queda en papel mojado», además de «premiar a los incumplidores». En Cataluña, el consejero de Hacienda, Andreu Mas-Colell, se ha mostrado «decepcionado» con el 1.58% asignado y ahora queda en manos de su presidente, Artur Mas, cumplir la amenaza de prorrogar las cuentas si no les concedían al menos el 1,8%.
Hacienda castiga a Asturias con el déficit y solo le permitirá gastar 80 millones más
La distribución 'a la carta' para 2013 penaliza a las regiones cumplidoras y ayuda a Valencia, Cataluña, Andalucía y Baleares .
Le concede un límite del 1,06%; el Principado amenaza con llevar a los tribunales un reparto «injusto».
01.08.13 - ANDRÉS SUÁREZ | OVIEDO, en El Comercio.
Asturias salió especialmente malparada en el reparto 'a la carta' de los objetivos de déficit para este año que el Ministerio de Hacienda sacó ayer adelante en la reunión del Consejo de Política Fiscal celebrada en Madrid. El conjunto de comunidades deberán cerrar el ejercicio por debajo del límite del 1,3% del PIB, pero para llegar a esa cifra global unas autonomías tendrán más margen que otras. En la distribución el departamento que pilota Cristóbal Montoro ha premiado a los territorios que sufren una mayor asfixia financiera y que en 2012 trituraron los topes que tenían asignados, caso de Cataluña o la Comunidad Valenciana. Y, para ello, castiga a las que presentan unas cuentas más saneadas -al menos en términos comparativos- y que sí habían hecho los deberes, como el Principado, que recibe únicamente un 1,06%. El Ejecutivo regional hablaba anoche de una distribución «injusta y arbitraria» y amenazaba con acudir a los tribunales.
El reparto asimétrico del déficit se hizo poniendo cifras a la filosofía y los criterios que el Ministerio de Hacienda había ido filtrando poco a poco a los 'barones' autonómicos y que la pasada semana ya adelantó este periódico. Una distribución que intenta dar oxígeno a los territorios más vulnerables en términos financieros, en algunos casos al borde del ahogamiento, pero que para ello fuerza a los que el pasado año cumplieron sus objetivos a apretarse un poco más el cinturón. No en vano las dos regiones que en 2012 presentaron un mejor balance son ahora las que menos margen extra de gasto van a poder utilizar.
La reunión del Consejo de Política Fiscal de ayer sirvió para trasladar a las comunidades la flexibilización de los objetivos de déficit que la UE ha concedido al conjunto de las comunidades españolas, en el marco de la relajación de las políticas de ajuste a ultranza. Todas las autonomías planificaron los presupuestos de 2013 atendiendo a un límite inicial del 0,7%. Una vez que Bruselas abrió la mano, el Gobierno central elevó ese tope al 1,3%, pero advirtiendo de que repartiría esa cifra 'a la carta'. En la práctica, todas las comunidades salen ganando sobre lo que tenían, sobre ese primer 0,7%. El problema está en que unas mejoran más que otras.
¿Dónde radica el descontento de Asturias? Precisamente en que el objetivo que se le ha asignado es uno de los más restrictivos. Supone una mejora, sí, porque significa pasar del 0,7% con que se elaboró el presupuesto vigente a un 1,06%. Un avance que, según las primeras estimaciones del Ejecutivo regional, le permitirá movilizar unos 80 millones de euros adicionales que inyectar en la economía en un momento de delicada crisis económica. Pero esa cifra se relativiza si se tiene en cuenta que ciñéndose al objetivo global del 1,3% se podría contar con hasta 130 millones extra. Es una mejora, pues, pero relativa.
Sobre todo si se atiende a los objetivos que se han concedido a otras regiones, mucho más elevados. Las regiones que el año pasado incumplieron los límites de déficit son las que salen ahora mejor paradas. Ahí están la Comunidad Valenciana (1,6%), Murcia (1,59%), Cataluña y Andalucía (1,58%) y Baleares (1,47%).
La única forma que ha tenido Hacienda de dar un trato de favor a estas autonomías es apretar al resto. Y lo ha hecho en distintos grados. A unas las ha mantenido en el objetivo general del 1,3%, caso de Castilla-La Mancha y Aragón, y a otras las ha situado prácticamente al borde, como Castilla y León (1,27%) o País Vasco, Navarra, Galicia y Canarias (1,2%). Las que han salido más perjudicadas y, por tanto, contarán con un margen de maniobra menor para estimular sus políticas de inversión son Cantabria (1,13%), Madrid (1,07%), Asturias y La Rioja (1,06%) y Extremadura (1%).
La reunión del Consejo de Política Fiscal no fue precisamente un camino de rosas para Montoro y su equipo. El ministro hubo de encajar el voto contrario de Asturias, Cataluña, Madrid (gobernada por el PP y que expresó un rechazo tajante al reparto) y Canarias y las abstenciones de Navarra, Andalucía, Aragón y Extremadura, las dos últimas también regidas por el Partido Popular. Una división poco habitual en este organismo que da fe de la dureza del debate y del complicado precedente que sienta esta distribución asimétrica.
«Romper las reglas»
La reacción de la consejera asturiana de Hacienda, Dolores Carcedo, fue de claro descontento. De rechazo «total y absoluto», tal y como destacó en declaraciones a este periódico, hablando de un reparto «injustificado, arbitrario e inaceptable» que, remachó, «rompe las reglas del juego» sin que «nada lo justifique».
La irritación de Carcedo tiene que ver con la diferencia entre el resultado final de este proceso y las exigencias que había mantenido el Gobierno regional. Que, como principio general, abogaba por un reparto simétrico del déficit, igual para todas las comunidades y como se había venido haciendo en estos años. Y que, en cuanto a cifras, defendía que no se bajase del 1,5% del PIB -el tope establecido para el pasado año- y reclamaba que, atendiendo al reparto del gasto entre las distintas administraciones, se acercase al 2%.
La cifra final del 1,06% es el porcentaje exacto con que Asturias culminó 2012. Un dato que permitirá al Principado movilizar unos 80 millones, principalmente para incentivar la inversión, la pieza más débil de un presupuesto autonómico que este año llega a 3.808 millones de euros. Esos 80 millones, con todo, son un máximo que podría reducirse atendiendo a la evolución de los ingresos y a las posibles desviaciones que puedan detectarse en las políticas de gasto. El Gobierno acudirá a la Junta a pedir autorización para asumir ese nuevo endeudamiento.
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