Las consultas de neumología, su servicio de rayos, los laboratorios y las broncoscopios no se trasladan ahora, lo harán directamente al nuevo HUCA este año que viene
El traslado de los hospitalizados consuma hoy la mudanza de Silicosis a la Residencia
Los trabajadores despiden con pesar el viejo edificio, en el que algunos llevan trabajando casi 40 años
Foto.- Habitación ya vacía en el edificio de Silicosis.
18.10.2013, Chus NEIRA, en La Nueva España.
En la mayor parte de las plantas del edificio de Silicosis ayer no se oía ni respirar. Nadie a la entrada de unas urgencias cerradas el pasado lunes, salvo algún trabajador con asuntos del traslado, como Roberto Álvarez. Ayer por la tarde no estaba de servicio, pero venía a dejar unos papeles por la "reubicación". Después de veinte años en Silicosis, a este celador lo mandan a Maternidad. Le queda un año para jubilarse. Mira resignado la estancia y los pasillos vacíos, se encoge de hombros y sentencia: "Acabaron con la joya de la corona".
La silueta de Álvarez se pierde por el "parking" mientras el ascensor sube a la séptima, la planta donde ayer seguía hospitalizado un puñado de enfermos que hoy también serán trasladados a la quinta planta derecha del Hospital Covadonga, la Residencia, culminando así este primer traslado y unificación del servicio a la espera de la mudanza definitiva al HUCA.
Ayer, mientras en la séptima enfermeras y celadores se afanaban en llenar cajas, desmontar respiradores y vaciar estanterías, en la Junta General del Principado el consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Faustino Blanco, confirmaba que hoy concluirá el traslado de enfermos a la Residencia y que Silicosis se mudará al nuevo en 2014. En la sexta, sin embargo, los trabajadores no lo tienen tan claro. Su traslado a la Residencia, temen, "será por dos días o por cuatro años", lamenta otro celador, Alfredo Alonso, el único de servicio ayer por la tarde.
En el viejo edificio de Silicosis todavía seguirá funcionando la UVI mientras tenga pacientes ingresados, en concreto cuatro, aunque dos de ellos esperaban poder recibir hoy el alta. El resto de plantas del edificio está fuera de servicio, con la salvedad de las consultas de neumología y su servicio de rayos, los laboratorios y las broncoscopias, servicios que se mantendrán hasta el final, cuando Silicosis reabra en el nuevo HUCA.
Algunos trabajadores insisten en que el viaje les llevará "a un sitio mejor", pero buena parte de la plantilla, los que pusieron en marcha la mayor parte de estos servicios en los años setenta y ahora les toca cerrar el edificio, siente el traslado a la Residencia como la última puñalada a un servicio modélico. "De todas formas, el espíritu de Silicosis estaba perdido desde hace tiempo, cuando integraron el Instituto en el HUCA; en el noventa, ya se cerraron unidades", dice, pesimista, Mariví González, 38 años en el servicio de enfermería. Y no es tanto el traslado como que, se suma el resto de trabajadores en sus críticas, no saben muy bien a dónde van, por cuánto tiempo ni han sido avisados de estos planes, enterándose muchos de ellos por las noticias del traslado.
Luego está el problema de las urgencias, porque los trabajadores de Silicosis temen que sus pacientes pasen ahora de tener un diagnóstico en dos horas a un mínimo de espera de siete. Los pocos que todavía seguían ayer hospitalizados también clamaban contra la mudanza. "Mi marido lleva quince días en la UVI y quince hospitalizado. Y esto es un desmadre. A los políticos asturianos se les tiene que caer la cara de vergüenza por quitar puestos de trabajo y organizar este jaleo", protesta María Esther García.
El Principado garantiza que el centro seguirá siendo un referente nacional
Ch. N., en La Nueva España.
El debate en la Junta General del Principado sobre el traslado del servicio de Silicosis al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) sirvió para que ayer el consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Faustino Blanco, precisara algunos aspectos de esta primera mudanza -la segunda llegará con el traslado al nuevo HUCA- que hoy concluye, explicó, con el traslado de toda la hospitalización de neumología. Este doble proceso, declaró el Consejero, se debe a la necesidad de que el traslado al nuevo edificio se pueda hacer, el próximo año, en bloque y una vez esté adaptado al funcionamiento del nuevo Hospital.
En la exposición de la situación del servicio de Silicosis, que no perderá su identidad en este proceso, prometió Blanco, el Consejero fue interpelado por el diputado de Foro Albano Longo, quien cargó con dureza contra los responsables de Sanidad, a los que acusó de poner en peligro a los pacientes.
"Esperemos que no, pero algún paciente morirá", ha dicho Longo, en alusión a que el traslado se produce justo antes del mayor incremento de enfermedades respiratorias. "Les faltan camas", protestó, y criticó los colapsos que están generados. También citó "obras improvisadas" en una de las plantas para acoger a los recién llegados, que han motivado, según Longo, que familiares de pacientes tuvieran que llamar a la Policía por las molestias causadas. "Incluso se están llevando a hombres a la planta de ginecología", ha lamentado, criticando la "mala planificación" del Principado.
Según la versión del Gobierno regional, el Instituto Nacional de Silicosis tendrá estructura, presupuesto, identidad y espacio propios dentro del nuevo HUCA, "lo que garantiza su continuidad como referente nacional e incluso internacional en el estudio y tratamiento de las enfermedades neumológicas de origen ocupacional y medioambiental". Para subrayar su posicionamiento como centro de referencia nacional del Sistema Nacional de Salud, el consejero Faustino Blanco destacó que el Instituto de Silicosis mantendrá los distintos convenios que actualmente tenía en vigor.
Blanco: «Silicosis será un área de gestión clínica, con presupuesto propio»
El traslado de pacientes a otros edificios del hospital concluirá hoy. PP, IU criticaron al consejero, al que Foro acusó de «desmantelar el Instituto por criterios económicos»
18.10.2013 - A. V., GIJÓN, en El Comercio.
«El Instituto Nacional de Silicosis tendrá estructura, presupuesto, identidad y espacio propios dentro del nuevo HUCA». Ese fue el compromiso formulado ayer por el consejero de Sanidad del Principado, Faustino Blanco, en sede parlamentaria. Pero es que, además, concretó que «el Área de Gestión Clínica de Neumología se transformará en el proceso de traslado al HUCA para dar lugar al Área de Neumología y Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental, cuya denominación seguirá siendo la de Instituto Nacional de Silicosis». Su ámbito actual, por tanto, «se amplía para configurarse en tres grandes departamentos: Neumología Clínica, Neumología Ocupacional y Medioambiental y Departamento de Prevención Técnica», abundó el titular de Sanidad.
Dentro de esa nueva configuración, «las áreas que tienen un carácter clínico-quirúrgico estarán ubicadas en el interior de las instalaciones hospitalarias. Concretamente, toda la parte de valoración de riesgos laborales se ubicará en el área ambulatoria para aprovechar la potencia de los nuevos medios diagnósticos con los que cuenta el hospital», mientras que «los ingresos se atenderán agrupados en un espacio específico de hospitalización».
Además, añadió, «el nuevo HUCA cuenta con un edificio propio para acoger los laboratorios y talleres de Silicosis, un inmueble independiente, situado enfrente de la sede de la Fundación Biosanitaria (Finba)». Y, una vez aprobada esa nueva estructura, «se procederá también al nombramiento del director del Instituto».
Blanco fue interpelado por el diputado de Foro Albano Longo, que lo acusó de «desmantelar» Silicosis de forma caótica por «criterios economicistas»: «De lo que se trata es de buscar una disculpa para poder despedir a casi un centenar de trabajadores, intentando corregir la desviación presupuestaria del HUCA, que supera ya los 30 millones de euros». Y la prueba, dijo, son las «obras improvisadas» para acoger a los recién llegados, que han motivado incluso una denuncia, como adelantó EL COMERCIO, o «que haya hombres ingresados en Ginecología».
El consejero negó la mayor y aseguró que el traslado se está realizando de acuerdo a una secuencia «bien meditada, bien pensada y con el consenso de los profesionales».
Ese traslado de toda la hospitalización de Neumología de Silicosis concluirá hoy «si no surgen complicaciones y el estado de salud de los pacientes lo hace posible», de forma que permitirá integrar la actividad urgente en el Área de Urgencias Generales y la Unidad de Observación de Urgencias, en la primera planta del edifico Covadonga, mientras que la hospitalización se trasladará a la planta quinta del Hospital General, con 28 camas, a lo que se suma la posibilidad de habilitar la cuarta planta del edificio de Rehabilitación para atender un posible incremento de la demanda en época invernal». Y mientras que Longo dejaba caer que «incluso algún paciente podría morir», tanto PP como Izquierda Unida observan «con preocupación» el proceso. La popular Victoria Delgado aseveró que «este doble traslado», primero al viejo y luego al nuevo HUCA, «no es razonable», y la portavoz de IU, Noemí Martín, reclamó a Sanidad «que no destruya el empleo que tenemos».
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